La delegada de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, aseguró que hay municipios del Campo de Montiel que podrían quedarse sin agua este invierno, si no llegan las lluvias o se realizan obras de emergencia, como las que está ejecutando actualmente la Administración regional en el pozo Genaro, con el objetivo de bombear agua hasta el embalse de La Cabezuela, que apenas acumula un hectómetro cúbico. Se encuentra al 2,3% de su capacidad total.

Así lo avanzó la delegada de la Junta durante el tradicional desayuno navideño con los medios de comunicación de la provincia, en el que hizo hincapié en que «no hay ningún dato objetivo» que avale que en la provincia de Ciudad Real habrá restricciones durante el próximo verano , ya que queda todavía todo el invierno y la primavera para que se puedan registrar precipitaciones. No obstante, Fernández expresó la «preocupación» del Gobierno ante el actual escenario: «Si no llueve, puede ser que lo pasemos muy mal».

Apuntó, en este sentido, a la comarca del Campo de Montiel, donde se están llevando a cabo actuaciones de urgencia para intentar paliar los efectos de la sequía. «Estamos haciendo ya inversiones en ese sentido en previsión de lo que pueda suceder, porque hay sitios como el Campo de Montiel donde si no llueve, posiblemente en el mes de febrero, se puedan encontrar sin suministro», enfatizó Blanca Fernández.

En concreto, precisó a La Tribuna María del Carmen Ballesteros, alcaldesa de Castellar de Santiago, una de las localidades más afectadas junto con Torrenueva, el objetivo de estas actuaciones es bombear agua desde el conocido como pozo Genaro hasta el embalse de La Cabezuela, desde donde se abastecen ambos municipios.

Del embalse de La Cabezuela pueden captar agua hasta una docena de pueblos de la zona, pero Castellar de Santiago tiene el hándicap de no contar con otros vías alternativas. «No podemos realizar sondeos porque no hay agua subterránea en nuestro término municipal», afirma Ballesteros, para subrayar que lleva «13 años luchando» por conseguir un mejor abastecimiento de agua para su localidad.

Por si fuera poco, la alcaldesa indica que las roturas en la red y los cortes de agua son una constante por el deterioro de una infraestructura que data de la década de los 80 del pasado siglo. Reclama, en este sentido, una nueva conducción desde La Cabezuela, que supondría «un ahorro en kilómetros y una mejor eficiencia» de este recurso tan escaso y preciado. Considera, por último, que las restricciones serán inevitables en el periodo estival, si las precipitaciones no son abundantes durante los próximos meses.