Aldo Méndez comparte 'Historias del recuerdo' en la Biblioteca Municipal. Más de una treintena de personas asistieron a la actividad enmarcada en la programación otoñal de la Biblioteca daimieleña la tarde del martes.
Tras confesar que es un hombre "de lluvia", que uno de sus objetivos pasa actualmente por aprender catalán, y que adora los "huesos de santo, las castañas asadas y el olor a lumbre" que rodea el Día de Todos los Santos, el narrador propuso en esta ocasión un paseo por los denominadores comunes del recuerdo "que nos hacen humanos", tal y como el mismo defendió momentos previos al comienzo.
Durante la hora de su actuación, Méndez recorrió los elementos que nos unen, "como los sueños de la infancia, los amores o la familia", y entre los que se coló también alguna historia de autor. "Cuando el público percibe que humaniza la vivencia, la hace anécdota", añadía.
Aldo Méndez comparte ‘Historias del recuerdo’ en la bibliotecaConfesó que no hay claves concretas para "meterse al público en bolsillo" aunque explicó que en el caso de los niños se usan otras herramientas como jugar, cantar y participar. En este sentido, lo principal para llegar a todos es encontrar el lugar común.
Un espacio, decía, donde la persona se sienta cómodo o un lugar en el que estuvo o pudo haber estado". En ese punto es "donde se engancha a la narración" subrayó
"El libro aparece para que para que contemos lo que vivimos, para que contemos lo que queremos vivir y para que inventemos el mundo". En su ánimo de fomentar el hábito a la lectura y de acercarla al público, destaco que los libros "son el resultado del propio devenir de la comunicación afectiva de los humanos".
Una perspectiva desde la que el narrador oral hizo hincapié en que, si se acerca la literatura desde la palabra, desde el afecto a la gente, es una manera de animarlos a relacionarse con el texto literario y encontrar su propia voz.