Un relato del COVID en primera persona

Hilario L. Muñoz
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La enfermera Virginia Soto gana un concurso nacional de relato corto con una mirada a la pandemia desde el punto de vista de uno de los pacientes intubados en el pabellón 9 de Ifema

Un relato del COVID en primera persona

Un fuerte golpe me despertó de un sueño nada reparador». De este modo arranca el relato El pabellón número 9, la historia corta de apenas diez páginas en la que la enfermera Virginia Soto relata en primera persona la vivencia de un paciente con COVID, intubado en el pabellón de Ifema y que le ha valido un premio de los colegios de Enfermería de España. Su mirada, redactada desde el punto de vista de un profesional sanitario que se descubre intubado, da cuenta del sentimiento de una persona que ha estado en la UCI durante la pandemia y pone voz a los supervivientes de la pandemia, además de reflejar la Biblioteca Resistiré, la iniciativa creada por la enfermera Ana María Ruiz, también con vínculos con Ciudad Real. La supervisora de Radiología y de la Unidad de Continuidad Asistencial de Primaria y Medicina Interna (Ucapi) de la Gerencia de Alcázar de San Juan ha logrado el primer premio en la segunda edición del Concurso Nacional de Relatos Guardianes del Bienestar.

«Durante la pandemia fui escribiendo un cuaderno de bitácora, un día a día, que me servía un poco para aliviar la carga que llevábamos a diario y era una manera de desestresarse», explica Soto, en conversación con La Tribuna. «Está más que comprobado que escribir las vivencias y los sentimientos, libera bastante la ansiedad, el malestar y eso fue lo que hice», indica y, de hecho, ese diario también es empleado por la protagonista de su relato. 

La historia acabó basándose en Ifema tras hablar con una compañera de promoción, Ruiz, quien le recordó «el uso que hicieron de los libros como una medicina más» en el pabellón madrileño y que fue la zona cero del trabajo hospitalario en pandemia, con más de 750 camas para los pacientes. De este modo quiso utilizar su experiencia, «mis sentimientos, lo que viví», y luego unificarlo con lo que Ana María Ruiz, trabajadora en el Summa 112, «vivió» en el Ifema.

Ese vínculo con la escritura le viene a Soto de lejos. También participó en otra iniciativa junto a Ana Ruiz y muchos otros profesionales de la enfermería, como fue el libro 101 relato de enfermería, donde ella escribió uno de ellos. «Animo a adquirir uno de los libros en la editorial Vinatea, porque hemos participado enfermeros de toda España en este libro con el fin de reunir fondos para fines solidarios». Además, ha colaborado con Alberto Luque en su libro Batallas de ambulancia, y hace poco fue galardonada en Alcázar. 

De este modo, Soto tiene  una amplia experiencia de escribir en corto y ganar premios o participar en libros corales, aunque explica que le gustaría lanzarse a una novela. «De hecho, tengo una temática en mente y llevo tiempo escribiéndola». En su opinión, «la lectura es poder viajar y poder transportarse en el tiempo, desde el sitio, que es lo que hicieron los libros de la Biblioteca Resistiré». De hecho, considera que la lectura ayudó a esa gente que «estaba en un pabellón, solos, viviendo una situación extrema» para vivir otras historias gracias a la lectura. 

El premio de El pabellón número 9, otorgado por Essity Iberia, en colaboración con los Colegios de Enfermería de España, consiste en una ayuda de 750 euros para formación en el Hospital Universitario Mancha Centro y una inscripción al congreso internacional EWMA-GNEAUPP  en Barcelona.

El relato se puede leer en este enlace.