Zelenski dirige su furia contra Crimea y el corazón de Moscú

Agencias
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El presidente afirma que «la guerra está volviendo a Rusia» en una jornada en la que el Kremlin reporta varios ataques de drones en el centro financiero de la capital y la anexionada península

Los aparatos no tripulados impactaron contra dos torres de oficinas de la ‘City’ de Moscú, sin dejar víctimas. - Foto: I. Kochetkov (EFE)

«Ucrania se está fortaleciendo. Poco a poco, la guerra está regresando al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares». Con este contundente mensaje, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aprovechó ayer una visita a los «héroes» de un hospital militar de Ivano-Frankivsk para advertir al Kremlin que su agresión no solo «ha fracasado en los campos de batalla», sino que está retrocediendo progresivamente hacia su terreno en un fenómeno que calificó como «natural, justo e inevitable».

Sus palabras tuvieron lugar apenas unas horas después de que Rusia denunciara varios ataques con drones contra Moscú y la península de Crimea, lo que calificó de «acciones terroristas».

«Drones ucranianos nos atacaron esta noche. Las fachadas de dos torres de oficinas de la ciudad resultaron levemente dañadas. No hay víctimas ni heridos», señaló el alcalde de la capital rusa, Serguéi Sobianin. El Ministerio de Defensa precisó que los artefactos impactaron en los edificios del conjunto de rascacielos del centro financiero y de negocios conocido como la City de Moscú tras haber sido inhibidos con medios de guerra electrónica.

Como resultado, el aeropuerto moscovita de Vnukovo, se vio obligado a cesar temporalmente su actividad, así como a desviar los vuelos que se dirigían hacia allí.

Asimismo, contra la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, Ucrania lanzó 25 drones de ala fija, según denunció la misma cartera, todos ellos derribados por la defensa antiaérea, por lo que tampoco hubo daños personales.

Pero, más allá de las incursiones en territorio enemigo, Kiev también continúa sumida en su contraofensiva y logra pequeños avances, especialmente junto a la ciudad de Bajmut, capturada por Rusia en mayo pasado, y en la frontera administrativa entre las regiones de Donetsk y Zaporiyia.

En esta última ciudad, al menos dos civiles murieron a consecuencia de los bombardeos del Ejército invasor. Además, en la localidad de Sumy (noreste), un cohete ruso impactó en un centro educativo, matando a otra persona.

Putin refuerza su flota

Pese a estos ataques, lo cierto es que el Kremlin está acumulando más reveses que victorias en el frente de batalla en los últimos meses. Por eso, y ante los rumores de vulnerabilidad de Moscú, el presidente ruso, Vladímir Putin, prometió a la Marina del país que recibirá 30 nuevos buques de guerra a final de año.

Así lo hizo saber durante su discurso con motivo del Día de la Armada en San Petersburgo, acompañado de varios líderes africanos tras la cumbre Rusia-África celebrada en los últimos días en la ciudad. «Hoy, Rusia está implementando con confianza las tareas a gran escala de la política marítima nacional, aumentando constantemente el poder de su flota: solo este año, 30 barcos de varias clases reabastecerán nuestra flota», proclamó.

Las diferentes flotas que componen la Marina rusa, añadió el jefe del Kremlin, «constituyen un bastión indestructible de la capacidad de defensa de nuestro país, aseguran de manera confiable los intereses nacionales de Rusia en los océanos del mundo y preservan firmemente los antiguos preceptos de la fraternidad militar marítima, las tradiciones de honor, nobleza y amor por el trabajo».

Por otro lado, Putin admitió que el Ejército ucraniano está llevando a cabo una «ofensiva estratégica de envergadura» al argumentar contra la posibilidad de un alto el fuego, uno de los puntos de la iniciativa de paz presentada por un grupo de líderes africanos.

«No podemos cesar el fuego cuando nos atacan», subrayó el presidente, que recalcó que las tropas de Zelenski no han conseguido avances en ninguno de los frentes y sufren numerosas bajas.