Moral de Calatrava cuenta con un molino de viento, el único de la localidad y que data del siglo XIX. Se ubica en el Cerro de San Cristóbal y el objetivo del Ayuntamiento es restaurarlo, rehabilitarlo e iluminarlo de cara a impulsarlo como atractivo turístico. Para ello, contará con la ayuda de la Diputación, que financiará la iniciativa con una partida de 58.000 euros, por lo que la reforma se llevará a cabo a coste cero para las arcas municipales. Así lo comenta el alcalde de la localidad, Manuel Torres, quien, en declaraciones a La Tribuna, expresó su agradecimiento a la Institución provincial, presidida por el popular Miguel Ángel Valverde, por su ayuda y colaboración. Tras su licitación y adjudicación, el objetivo del equipo de Gobierno es que las obras finalicen a últimos de mayo tras haber comenzado los trabajos hace tan solo unos días.
Es la segunda fase de un proyecto que comenzó con la creación de una vía verde de unos cuatro kilómetros, ya hecha realidad, que une el centro del municipio con el propio molino, en el cerro de San Cristóbal. Esa primera fase, recuerda el regidor, se realizó con una subvención de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatava que ascendía a unos 60.000 euros. Dos ideas, la vía verde y la restauración del molino, «complementarias que no solo fomentan el deporte y la naturaleza sino también el turismo», argumenta Torres, quien enfatiza, además, que la vía verde cuenta con «mucha vegetación, un merendero con mesas y bancos y finaliza con un preciso mirador en el cerro».
El objetivo ahora es dar una nueva imagen al molino de viento con una reforma integral, ya que su estado es «lamentable». «No tiene ni las aspas ni iluminación y se acometerán trabajos, entre otros, en el tejado y de encalado. Es el único molino que tenemos y queremos mantenerlo en las mejores condiciones, aunque por el momento no se va a actuar en el interior», argumenta Torres.
Con la ejecución de estos dos proyectos, el equipo de Gobierno municipal cumple así con uno de sus compromisos electorales. En este sentido, el regidor moraleño recuerda que «llevan trabajando ya hace tiempo en convertirlos en realidad», ya que «era una de las demandas de los vecinos durante muchos años».