El Balonmano Caserío tiene ante sí un final de mes de octubre realmente frenético. El equipo que entrena Santi Urdiales tendrá que disputar 4 partidos en 13 días, antes del primer parón de competición en un inicio de temporada que está siendo realmente exigente.
De estos 4 duelos con los que concluirá el mes de octubre, los dos primeros serán a domicilio y tras un largo desplazamiento a tierras gallegas. Así, este domingo los amarillos jugarán en la pista del Novás y el sábado 26 en Pontevedra frente al Cisne.
A partir de ahí, vuelta a Ciudad Real, donde jugará los otros dos encuentros. El día 30, a las 20.15 horas, recibirá al Villa de Aranda del manzanareño Javi Márquez, su verdugo en la pasada fase de ascenso a la Liga Asobal, en el Quijote Arena con motivo de la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Solamente dos días más tarde, aprovechando que el 1 de noviembre es festivo, se enfrentará al filial del Barça en el coliseo manchego (12 horas).
En definitiva, cuatro partidos en apenas trece días antes de un largo parón, pues el encuentro correspondiente a la novena jornada de liga que debía llevarle a la pista del Fundación Agustinos Alicante ha quedado aplazado por los compromisos internacionales del técnico, Santi Urdiales.
De esta forma, los amarillos no volverán a jugar hasta el 17 de noviembre, cuando recibirán en el Quijote Arena al UBU San Pablo Burgos, uno de los grandes favoritos al ascenso a la Liga Asobal. Ya el 24 de noviembre tocará viajar a la pista del Lanzarote, equipo entrenado por Samuel Trives y que ocupa la zona baja de la tabla.
«Si competimos como en los dos últimos partidos, tendremos opciones de puntuar en estos dos próximos desplazamientos», confiesa Santi Urdiales. Y es que, hasta el momento, el Caserío ha saldado con victoria sus tres encuentros como local (Alcobendas, Zarautz y Antequera) y con derrota por la mínima sus dos desplazamientos ante conjuntos teóricamente llamados a estar en la zona alta de la tabla (Puerto Sagunto y Málaga).
recuperar efectivos. El técnico cántabro confía también en recuperar efectivos a partir de diciembre.
Así, Carlos Ocaña ya tiene el alta médica, pero tras diez meses parado están siendo prudentes con él y, de momento, no ha entrado en ninguna convocatoria.
Víctor Morales y Toni Alegre, operados respectivamente del escafoides y de un hombro, están evolucionando bien y pueden ser piezas muy importantes en la segunda parte de la temporada.