El Colegio de Veterinarios de Ciudad Real ha lanzado su particular campaña de Navidad en la que busca defender "los animales y el mundo animal" en estas fechas que suelen ser propensas a la hora de regalar un animal como mascota. La clave es "el compromiso y la responsabilidad de los propietarios" de cara a tener un animal y plantearse si las condiciones actuales pueden cambiar en un futuro, porque un animal "no es un capricho, ni un regalo, ni una cosa, ni un mueble" que se abandone. Tampoco es "una persona", ante el temor de que se caiga en el "antropomorfismo", en palabras del presidente de los veterinarios ciudadrealeños, José Ramón Caballero, porque convertirlo en humano puede aumentar el esfuerzo que supone el animal y al final acabar en el abandono también.

En este sentido, los veterinarios apuntaron que las cifras no evolucionan de un año a otro. "Se abandona unos 300.000 animales al año", de los que el 60% son perros y el resto gatos y otros animales. El problema tras estos abandonos es que de "un capricho" se crea "una responsabilidad". Ni siquiera se piensa si el animal elegido es "el más adecuado, en las condiciones que tiene o si el lugar que va a estar es el más adecuado". Para Caballero, es clave además la normativa que existe en la actualidad en Castilla-La Mancha, donde desde 2004 es obligatoria la identificación del animal, de perros gatos y hurones, y desde 2014 la vacunación anual de la rabia a estos animales. Estos dos aspectos explican muchos abandonos porque en las preguntas se suele indicar que es la "economía" o "la falta de espacio" las claves del abandono, a los que se unen como tercer elemento las camadas indeseadas. 

En este sentido, el presidente de los Veterinarios recordó que entre un 25 y un 30% de los animales que acaban en una protectora son animales que están identificados correctamente. "Esos animales entraron con ilusión en la casa y, luego, se vio que no respondían a las expectativas" o que el animal no se comportaba como esperaba.  Por este motivo, el Colegio lanza el mismo llamamiento de todas las navidades que se "consulte a los veterinarios" antes de que entre una mascota en casa, porque ellos sabrán cuál es el mejor para la convivencia. 

Cinco claves antes de regalar un animal en Navidad - Foto: Rueda Villaverde

Más allá de las cifras, Caballero recordó que un animal que no está bien cuidado supone un "un problema de salud pública" en las ciudades  e indicó que no cree que "la entrada en vigor de la ley de Bienestar Animal" haya ayudado a reducir las cifras de abandono, porque los propietarios siguen "a expensas de un reglamento" que se desconoce. 

Cinco claves

"La profesión veterinaria siempre está ahí" para solucionar este tipo de situaciones, con el recordatorio de que es mejor ir a las protectoras, donde "se puede adoptar fácilmente", aunque cada uno tiene su idea de qué animal quiere. De todos modos, antes de llegar a este punto, Caballero señaló cinco aspectos sobre los que reflexionar antes de regalar o adoptar una mascota en estas fechas.

Lo primero es pensar si "necesitamos el animal de compañía en casa". Es decir si se trata de una moda pasajera o de un capricho.

Lo segundo "cuáles son nuestras condiciones" de vida y aquí entran todos los elementos que se pueda pensar como la economía, por la alimentación o tratamientos, el tiempo diario o el espacio en el que habitará, si es el adecuado para el animal.

La tercera parte es clave para quienes no vivan solos, porque toda la familia debe estar "de acuerdo, en que ese animal tiene que entrar en casa", para evitar que la mascota sea el capricho de uno de esos miembros.

Como cuarto aspecto se debe pensar que el animal que se elija, se elige "para siempre" y que tiene sus propias "necesidades".

Por último, es necesario tener en cuenta el tiempo de ocio o de viajes, porque los animales tienen que estar en alguna parte durante esos horarios. 

"Con estas pinceladas es suficiente", reflexionó Caballero, quien recordó que "a lo mejor tras estas consideraciones" se deciden por no tener un animal en casa y esta decisión es "respetable". Se puede no tener porque un piso es pequeño, porque el animal es grande, porque las posibilidades económicas no llegan a tanto o por las responsabilidades económicas o laborales impiden tener un animal en casa. En caso de que se opte por tener uno, Caballero sumó un sexto aspecto y es pensar en "la responsabilidad con la sociedad", la educación que se le debe dar al animal, porque debe convivir con otras personas y con otros animales.