El equipo de Gobierno de Daimiel está ya trabajando en los presupuestos municipales del próximo año. Encima de la mesa tiene un esbozo de unas cuentas que llevará al próximo Pleno ordinario, que se celebrará el 6 de noviembre, por lo que «es la primera vez» en su historia que este Ayuntamiento podrá ejecutar el presupuesto a partir del 1 de enero porque se aprobarán en «tiempo y forma». Son las palabras del portavoz en el Ayuntamiento, Jesús David Sánchez de Pablo, quien reconoce que será un año «complicado» debido a factores como la «inflación y la subida aprobada por el Gobierno nacional en el capítulo uno, el de personal», por lo que serán unos presupuestos «muy austeros, pero muy realistas».
Sánchez de Pablo asegura, en declaraciones a La Tribuna, que las próximas cuentas «garantizarán el desarrollo de todos los servicios, pues evidentemente el coste en la prestación de servicios se ha disparado como consecuencia principalmente de la inflación». En este sentido, el portavoz del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Daimiel y responsable del área de Hacienda lamenta que al «aprobarse en tiempo y forma, a fecha de hoy se desconocen las líneas de financiación que habrá el próximo año como es el caso, por ejemplo, de las nominativas de la Diputación». «El Ministerio nos prohibe endeudarnos por la situación de la empresa pública Gicaman y al no conocerse las resoluciones definitivas de las líneas de ayuda, solo se pueden incluir las inversiones que se pueden afrontar con recursos propios», argumenta al tiempo que señala que el capítulo 6, el dedicado a las inversiones, «será reducido». «Es la realidad de nuestro Ayuntamiento. No podemos endeudarnos, por lo que dependemos de esas líneas de ayuda que se irán incorporando al presupuesto cuando vayan llegando», explica.
Aún así y a pesar de todas esas circunstancias, el Ayuntamiento de Daimiel contará el próximo año con 20,5 millones de euros, un dato que de momento es «provisional», pero que supondrá un «ligero» incremento con respecto al año pasado, cuyo ejercicio contó con 19 millones de euros. Un 7,8 por ciento más como consecuencia del «reajuste de ordenanzas fiscales», apunta el concejal de Hacienda, quien pone de ejemplo la tasa de agua, que «desde el año 2015 no se ha actualizado a la subida del IPC (Índice de Precios de Consumo), y así, añade, ha ocurrido con otra serie de tasas e impuestos que en los últimos años se han bajado. «La realidad es que todos los gastos se disparan y los ingresos están bastante fijos porque no se actualizan, por lo que llega un momento en que hay que tomar decisiones y ser responsables, pues si queremos seguir manteniendo los servicios tenemos que hacer pequeños reajustes». «Se intentará redistribuir el esfuerzo de todo el mundo para garantizar que se puedan prestar los servicios», insiste.
Venta de Borondo. En relación a la Venta de Borondo, que pasó a ser de titularidad municipal en el año 2022, el portavoz municipal señala que el objetivo del equipo de Gobierno es «conservarlo y mantenerlo» con una partida dedicada al patrimonio, además de una ayuda nominativa para la asociación y la solicitud, hasta ahora, de dos subvenciones. «Tenemos claro que la Venta necesita mucho dinero, y no lo podemos hacer con recursos propios, por lo que seguimos trabajando en la cofinanciación».