Ciudad Real fue la provincia de España donde hubo un mayor porcentaje de jóvenes que acudieron a abortar tras no usar métodos anticonceptivos. Así lo indican los datos del Ministerio de Sanidad, que exponen las cifras de interrupciones voluntarias del embarazo del año pasado y que muestran una provincia donde más del 90 por ciento de los abortos ocurren tras no utilizar protección. En cifras, la provincia registró 87 interrupciones entre menores de 20 años el año pasado y en 81 ocasiones, explicaron las jóvenes, no habían utilizado ningún método ni de barrera, ni mecánico ni hormonal para evitar el embarazo.
Los datos Ministerio apuntan que ese porcentaje, el 93,10% de los abortos tras no usar protección, es el más alto de España y superan en 16 puntos a la segunda provincia española, Álava, donde el 77% de los abortos en menores de 20 años no usaron barreras. En el caso de Castilla-La Mancha, el porcentaje es del 59 por ciento, 232 sin protección de 393 abortos en jóvenes; y en España, el dato se reduce al 44 por ciento.
Esta situación muestra que ese porcentaje es una realidad ciudadrealeña y que se repite año a año. También hubo cifras cercanas al 90 por ciento de abortos tras no usar protección en 2022. En 2021 el porcentaje se elevó al 96,3 por ciento. En ambos años la media nacional se situó por debajo del 40 por ciento entre las jóvenes que interrumpieron la gestación.
De hecho, lo mismo ocurre al considerar las interrupciones sin tener en cuenta la edad. Más del 90 por ciento de los abortos se producen tras no haber utilizado métodos anticonceptivos. En el 2011, ese porcentaje era del 50 por ciento en la provincia y desde entonces ha subido hasta estancarse entre el 91 y el 92 por ciento de las interrupciones del embarazo durante los últimos cuatro años. En Castilla-La Mancha no utilizaron métodos anticonceptivos el 63 por ciento de las mujeres que abortaron y en España el porcentaje se reduce al 46,5 por ciento, señalando aún más que muchos de los abortos de Ciudad Real podrían evitarse si se hubiera utilizado algún método anticonceptivo.
«La educación sexual es fundamental», indicó el vocal en Castilla-La Mancha de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), Francisco Valero, sobre estos datos, en los que explicó que podría haber una deficiencia en las aulas, porque «no es solo enseñar» a usar ciertas técnicas, sino poner incidencia en que se deben emplear al tener relaciones. Con todo, recordó que desde ACAI no cuentan con herramientas que les permitan saber qué puede estar ocurriendo para que haya esos porcentajes tan altos.
Los datos del año pasado del Ministerio de Sanidad señalan un aumento de las mujeres que han interrumpido su embarazo, 771, 58 más que en 2022. La cifra crece en la franja entre los 20 y los 30 años de edad y también entre las mayores de 35, en todos los tramos. Además, 343 de las mujeres que interrumpieron su embarazo no tenían hijos; en 727 de las 771 interrupciones se hizo a petición de la mujer; y en 493 ocasiones se trataba de la primera interrupción del embarazo.