Con 44 años y 19 de ejercicio, este profesor titular de Enfermería ha dado el paso de hacerse cargo de una facultad que solo ha conocido a una decana. Su objetivo es centrarse en los estudiantes y tratar de abrir la facultad a la sociedad, sin obviar, mejoras en la formación.
¿Cómo dio el paso de ser decano?
No era una cosa que entrara dentro de mis planes, ni mucho menos, pero los compañeros empezaron a animarme, me dijeron que tirábamos todos para adelante y que alguien se tenía que presentar. Una vez que nos lo planteamos, montamos el equipo. Aparte de mis compañeros, lo que me animó a presentarme, fue que me debo a la profesión enfermera, porque al final los alumnos que tenemos aquí son el futuro de nuestros hospitales y de nuestros centros de salud. Son los que dentro de unos años nos van a tratar. Me gusta enseñarles cómo me gustaría que me trataran cuando me toque estar en un hospital.
«Me gusta enseñar cómo me gustaría que me tratasen a mí» - Foto: Rueda Villaverde¿Qué significa coger el cargo después de tres décadas con Carmina Prado al frente, sin que Ciudad Real haya tenido otra manera de formarse?
Nos da mucho respeto coger los mandos de la facultad, porque es cierto que hasta ahora no ha habido nadie antes de Carmina. Lo cogemos con mucha humildad, y con mucho respeto hacia la profesión enfermera y hacia nuestros alumnos, además de muchas ganas de cambiar algunas cosas, con las ideas claras de lo que queremos hacer. Tenemos muy claro que es un mandato de seis años, porque la nueva ley de universidades (LOSU) obliga a un máximo de seis años en el puesto y al final nos debemos a los estudiantes.
¿Con qué programa llega su equipo a la Facultad de Enfermería?
Hemos planteado un programa con varios ejes, en el que el principal son los estudiantes. Está claro que como equipo decanal tenemos que estar de cara a ellos, y queremos darle más visibilidad y animarles a que participen en consejos, en juntas, tanto nuestras como de la universidad. Hay que hacerles ver que ellos son una representación importante de la universidad y que sin ellos realmente esto no tendría mucho sentido. También planteamos que la investigación sea un punto fuerte.
¿Cómo se puede plantear a los estudiantes que investiguen?
El profesorado que tiene ahora mismo la facultad tiene una carrera investigadora potente, casi todos con Doctorado y con publicaciones en revistas con un factor de impacto. La idea es que los estudiantes conozcan esta faceta que hasta ahora es desconocida, porque llegan y lo que quieren es salir a trabajar. Tienen que saber que dentro de la enfermería, aparte de salir a trabajar, la parte de la investigación es importante también. Por ejemplo, hay unas becas de colaboración entre el Santander y la UCLM, que son becas de iniciación a los estudios y hay una alumna que la ha solicitado y va a trabajar en nuestros equipos de investigación. Además, con los estudiantes queremos fomentar las becas Erasmus. Hasta ahora muy pocos alumnos iban fuera. Se han firmado bastantes acuerdos con universidades, tanto españolas como universidades en el extranjero, para que estos alumnos, de cara a futuros cursos, puedan pedir esas becas y que puedan venir alumnos de otras facultades, ya sean españolas o del exterior.
¿Y de cara al profesorado?
La idea es promover y ayudar a los profesores que tenemos y a los que se acrediten que puedan crecer en la carrera investigadora. Tenemos dos grupos de investigación muy definidos. Por un lado, tenemos el grupo de investigación en cuidados de enfermería de la facultad, donde está todo el profesorado y todo aquel profesor que llega nuevo, se le invita a participar, las puertas están abiertas. Por otro lado, tenemos otro grupo de investigación también en cuidados, en el Idiscam, que lleva funcionando relativamente poco. Además, tenemos en mente crear algún curso de posgrado o hacer un máster oficial, pero tenemos que plantearnos qué temas son interesantes para los alumnos, saber qué es lo que nos demandan.
En cuánto a infraestructuras, ¿qué proyectos hay?
Estamos pendientes de la facultad nueva, donde estaremos junto a Medicina. Hicimos un plan estructural de qué necesitábamos en la facultad nueva, apostando por otro de los puntos, por el que este equipo decanal aboga, como es la simulación clínica. Dentro de esa facultad, vamos a luchar porque haya aulas potentes de simulación. El alumno tiene que hacer sus prácticas con los pacientes, pero si, antes de ver diferentes situaciones, las ha vivido en una aula de simulación, creemos que tendrá más herramientas para luego desenvolverse en el hospital. También, se ha planteado una serie de espacios, como aulas más grandes, un aula magna y, sobre todo, aulas de simulación con diferentes escenarios, como un quirófano, una consulta de atención primaria, un box de urgencias o una habitación de hospital.
Enfermería se ha convertido en uno de los grados con mayor nota de corte, ¿cómo se plantea esta situación a futuro, con más estudiantes y la necesidad de hacer prácticas?
El problema de las prácticas externas y de firmar convenios son los espacios. Aquí en Ciudad Real, el hospital que tenemos es lo que es y no se puede llenar una planta de un servicio, el que sea, con 12 alumnos o más a la vez. Ahora mismo con nosotros, en primero, entran hasta 125 alumnos, no entran más, ya que es lo que tiene estipulado la UCLM, pero si la facultad nueva se dota de clases suficientes, con capacidad suficiente, y nos permiten contratar más profesores para aumentar ese número, podríamos tenerlo. Cuanto más alumnos haya, más vamos a dotar a los centros hospitalarios. Hay un déficit grande en España de profesionales de enfermería. Las facultades estamos de acuerdo en formar más profesionales, pero necesitamos dotarnos de espacios y de profesores para que seamos capaces de poder sacar adelante a esos alumnos.