María José Sánchez (8-9-1994. Almagro), conocida popularmente como 'Mariajo', no está sobre una pista de fútbol sala por primera vez en más de dos décadas.
A sus 30 años, la eterna capitana del Almagro FSF se encuentra disputando el partido más importante de su vida, el de su futura maternidad. En enero será madre de Leo, cuyo padre es otro deportista muy conocido de la provincia, Jesús Alberto Palacios 'Jota', que llegó a ascender con el Viña Albali a Segunda y Primera División, y ahora en las filas del Moral, de Segunda B.
El nombre de su primogénito no tiene nada que ver con Leo Messi, «¡si somos los dos del Real Madrid!», aclara con una sonrisa la cierre del equipo almagreño, a la que no importaría que hubiese un deportista más en la familia.
Mariajo, en el pabellón Gemma Arenas. - Foto: Tomás Fernández de MoyaNo es habitual que una deportista en activo decida quedarse embarazada, pero Mariajo asegura que era un plan que encajaba en su proyecto de vida. Se casaron el verano anterior y tras quedarse embarazada prefirió ser prudente y no contárselo a prácticamente nadie. De hecho, admite que disputó en estado los tres últimos partidos de la temporada pasada.
Jugadora de fútbol sala desde los 8 años y sanitaria de profesión, asegura que quedarse embarazada ha sido la única manera de dejar las pistas. «Todos los años acababa la temporada muy cansada y pensaba en dejarlo. Se hace muy duro compatibilizar los entrenamientos, partidos y viajes con el trabajo. Pero luego llegaba el verano y otra vez a empezar», recuerda.
Su intención es seguir jugando al fútbol sala y, de hecho, no oculta que siente envidia sana cuando ve a las que ahora son sus excompañeras en los entrenamientos y en los partidos. «A ver cómo reacciona el cuerpo y la cabeza. Hasta que no me vea en ese momento no lo voy a decidir, pero la primera intención es seguir», aclara.
Mariajo, junto a Jota, su marido, jugador del Moral Fútbol Sala. - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl nuevo entrenador del equipo, Jaime García, ya le ha dejado claro que tiene abiertas las puertas del equipo para cuando desee volver, un gesto que agradece la '7' rojilla, todo carácter dentro de la pista y amabilidad más allá de la línea del terreno de juego.
Si ya era difícil organizar su día a día, ahora es consciente de que la complejidad aumenta, aunque también cuenta con la ayuda de su familia. En este sentido, el hecho de que su marido sea también deportista contribuye a dar normalidad a un estilo de vida que no todo el mundo puede entender. «Este año me toca ver a las mías y al Moral. Siempre estoy pendiente de lo que hacen», afirma Mariajo.
Viviendo el deporte desde la barrera, es consciente de los grandes sacrificios que deben hacer y por ello reclama más ayudas. «En la práctica somos profesionales, porque tenemos nuestros entrenamientos, partidos, desplazamientos por toda España... Pero en la realidad esto un hobby y no puedes vivir de ello, así que te tienes que organizar. No tenemos contrato, aunque le dediquemos mucho tiempo y muchas horas. Esto no te da de comer y tienes que tener algo alternativo, bien sea un trabajo o estudiar para el futuro», analiza.
JUGAR EN PRIMERA. El sueño en lo deportivo sería volver a jugar en la Primera División, la máxima categoría del fútbol sala femenino español, objetivo que se marca el Almagro FSF para esta campaña. Ahora toca disfrutar los fines de semana de otra manera y «se me hace raro. Soy muy metódica y llegaba el viernes y ya estaba pensando a qué hora me tenía que levantar, hacer una cena ligera, comer pasta y pollo el día de partido... Ahora me toca organizarme, pero por otro motivo». Es el nuevo partido de Mariajo.