Andar por las calles de Ciudad Real con Talant Dujshebaev (Frunze, Kirguistán, 2 de junio de 1968) conlleva una sensación de sentirse observado. Hace ya trece años de la desaparición del BM Ciudad Real y él lleva ya once en Polonia, pero en la capital nadie se olvida de él. Le saludan, le paran, le preguntan, le piden fotos.., y él responde agradecido, con educación y una sonrisa. Parte de su corazón es ciudadrealeño, y lo seguirá siendo pese a que la pasada semana estuvo unos días por la ciudad para cerrar la venta de su casa. Eso sí, jura que esto no implica romper sus lazos de manera definitiva, y más cuando aquí conserva muchas amistades, tanto él y su mujer, Olga, como sus dos hijos, Álex y Dani. Pese a su apretada agenda en esta 'escapada' a sus orígenes como entrenador, atiende muy cordial a La Tribuna.
¿Qué siente cuando vuelve a pasear por las calles de Ciudad Real?
Es una mezcla de felicidad, de orgullo, de muchas cosas por las que hemos vivido aquí en esta ciudad. Recordar siempre y tener en la memoria la plaza llena de gente después de ganar nuestro primer título o después de ganar el segundo, la verdad es que son recuerdos imborrables. Tuvimos el mejor equipo del mundo de aquella época junto con el Kiel. Fue una pasada y venir a Ciudad Real y ver que la gente todavía se acuerda de ti y te muestra su cariño es algo muy agradable.
De aquellos años, ¿con qué recuerdo se queda?
Es que tuvimos tantos y tan buenos... Yo creo que el año de los cinco títulos, la temporada 2007-2008, fue algo que no se olvidará nunca, y aquella remontada en Kiel con tantas lesiones, y por supuesto, la temporada siguiente cuando remontamos en casa al Kiel un partido que prácticamente estaba perdido, con nuestro público convirtiendo el Quijote Arena en una caldera, pues fue algo alucinante. Todavía mucha gente me llama y me dice que aquel fue uno de los mejores partidos de la historia del balonmano.
Talant Dujshebaev, en su visita a la redacción de La Tribuna. - Foto: Rueda Villaverde¿Mantiene el contacto con personas de aquella época?
Sí, con casi todos, nos llamamos (este pasado sábado tenía previsto cenar con Roberto García Parrondo y con Raúl González). Nos juntamos mucho en el verano con 'Jota' Hombrados, con el mismo Didier Dinart, hablo muy a menudo con David Davis, con Alberto Entrerríos, con Arpad Sterbik, con Ales Pajovic...
La mayoría de ellos son ahora entrenadores. ¿Tienen mucho de Talant?
No creo. En general, en la idea de entrenar, de jugar, de analizar los partidos o de hacer los vídeos han influido muchos entrenadores. Creo que Juan Carlos Pastor tenía sus ideas, pues nosotros las nuestras, y luego los chicos han visto lo que ha dado posibilidad de tener resultados positivos, y lo siguen manteniendo, pero luego cada uno lo adapta, supongo, a su manera.
¿En qué momento personal se encuentra?
Estoy en un momento de felicidad, pero en un momento muy difícil deportivamente, con muchas lesiones, pero como siempre con muchas ganas, creyendo en mí mismo y en el equipo -Kielce- y estoy seguro que saldremos de este bache y lo vamos a hacer muy bien. Así que, feliz como padre y como abuelo, sobre todo, es algo que aconsejo a todo el mundo.
Talant Dujshebaev conversa con el director de La Tribuna, Diego Murillo. - Foto: Rueda Villaverde¿Qué es más gratificante, ser abuelo o ganar la 'Champions'?
No hombre, ser abuelo por supuesto, no tiene nada que ver, nada que ver.
Después de caer el año pasado en cuartos de final y quedarse a las puertas, ¿tiene esperanza en volver a la Final Four de Colonia?
Esperanza no, estoy seguro de que vamos a jugar la Final Four. Si recuperamos a los lesionados y mejoramos un poco en algún que otro aspecto, seguro que vamos a estar. De lo que pasó el año pasado no puedo decir lo que siento y lo que pienso y lo que todo el mundo sabe. Ellos (SG Magdeburgo) tuvieron más suerte, pero nada más. En el curso nacional de entrenadores en Madrid se hablaba de este tema, con los árbitros internacionales, pero yo no entré en polémica. No quiero hablar de estos temas para no perjudicar a mi club o a mí mismo en el futuro.
¿En su horizonte profesional sigue estando entrenar a la selección española?
La verdad es que no. Antes sí estaba, pero siempre digo, con respeto a los seleccionadores, que Jordi Ribera lo está haciendo tan bien que espero que dure. Jordi no es mucho más mayor que yo, y por eso prefiero que él, con todo lo que ha hecho ya, de abajo para arriba, siga haciéndolo hasta que pueda.
¿Habla Talant el entrenador o el padre de dos jugadores de la selección?
No, no, lo digo sinceramente. A mí parecer, es algo extraordinario lo que está haciendo. Tenemos que valorar lo que hace este señor y ojalá dure por el bien del balonmano español, porque él lo conoce mucho mejor y más en profundidad que yo, de abajo a arriba, todas las categorías y, sinceramente lo digo, prefiero que él siga ahí haciendo el gran trabajo que está haciendo hasta ahora.
Ciudad Real aún no ha podido volver a la Liga Asobal, pero el BM Caserío lo está intentando y está metiendo hasta 2.000 personas en el Quijote Arena.
En primer lugar, tengo que felicitar a Santi Urdiales, que está al mando del equipo como entrenador. De la estructura del club no tengo un conocimiento tan profundo, pero por supuesto en una ciudad como Ciudad Real, con el mejor equipo del mundo en su tiempo, con tanta afición, pues es una alegría que nuestro deporte no muera y que la gente siga apoyando y siga teniendo las ganas de ver buen balonmano. Solo me puedo alegrar por ello y desear que en ciudades como Santander, donde también he tenido la suerte de estar, Pamplona, Irún o Ciudad Real vuelva el balonmano a la élite y que sus clubes vuelvan a ser tan competitivos como lo fueron.
¿Qué tendría que pasar para que Ciudad Real volviera a tener un proyecto ambicioso como el que tuvo?
Pues tener un loco como Domingo Díaz de Mera, que es lo mismo que pasó en Kielce, que teníamos un loco que era mi expresidente, un empresario que dijo que quería ganar la Champions, y lo consiguió. Este tipo de gente que tiene empeño, tiene ganas y buscan patrocinadores, son hombres de negocios que se saben mover.
Pasan los años y la Liga Asobal no recupera el terreno perdido. ¿Por qué?
Yo tengo mi opinión, pero no quiero darla porque la gente la interpreta a su manera y me va a criticar. Creo que es mejor estar al margen, no entrar en la polémica. Está pasando con todos los deportes en España, que están en un momento muy difícil, salvo el fútbol, que para mí no solo es deporte, es una religión, es algo diferente. Los del fútbol son los que mejor se venden, son los que nos enseñan el camino hacia el futuro. Pero nosotros, los demás deportes, no arrancamos. Repito, tengo mi opinión, pero no quiero hacerla pública. Por eso yo no tengo redes sociales e intento leer lo menos posible, porque entre las amenazas, entre los insultos, entre todo lo que luego tienes que escuchar, pues prefiero no mirar. Soy una persona feliz y hago mi trabajo, el que más me gusta. Yo soy un guerrero del campo, yo entro dentro del 40x20 y es donde me siento bien. Por eso nunca me he metido en política.
Pues le iba a hacer algunas preguntas sobre política.
He tenido miles de proposiciones, tanto en España como en mi país de nacimiento, y siempre he dicho no. Yo soy una persona apolítica. El balonmano es mi mejor religión, lo mejor que sé hacer: mi familia y el balonmano.
Y cuando se acabe el balonmano, ¿qué?
Será porque me haya jubilado. A disfrutar de la vida, a ir a ver partidos, ir al Santiago Bernabéu si es posible, ver todo lo que es Madrid, todos los deportes... Tener una vida tranquila y normal.
¿Qué tendría que pasar para que Talant volviera a entrenar en España?
Tener un proyecto deportivo bueno de verdad. Para empezar, España para mí es indudable que es el mejor país del mundo, se puede vivir bien del sur al norte, del este a oeste y por el centro. España es una maravilla y volvería a un equipo con aspiraciones a ganar la 'Champions', pero venir para ser segundo detrás de Barcelona, no.
¿Y si el Barcelona le ofrece el banquillo?
Diría que no, con todos mis respetos. Es el mejor equipo de la historia, y esto nunca lo voy a negar. Siempre he dicho que lo odio, pero deportivamente, y lo volveré a repetir, por todas las noches de dolor de cabeza que me ha dado, tanto como yo a ellos, con el Teka o con el BM Ciudad Real. Barcelona es el número uno, Kiel es el número dos y Veszprem es el número tres, aunque no haya ganado ninguna 'Champions'. Ciudad Real, en su momento, estuvo entre los mejores. Tengo respeto al Barcelona, pero soy madridista. No hay otra explicación. Igual que en Polonia, donde nunca entrenaría al Wisla Plock, por la rivalidad que hay.
¿Y sus hijos?
Si ellos quieren, yo encantado. Ellos no tienen el sentimiento que tengo yo. A lo mejor para ellos sería un bombazo jugar en el Barcelona. Yo no tendría nada en contra.
Como español que es, y seguro que con muchos conocidos por la zona, ¿cómo está viviendo la catástrofe en Valencia?
Tengo allí a muchos amigos con los que he jugado y lo están sufriendo. La verdad es que en este caso también tengo mi opinión. Es algo terrible, que creo que nunca debería pasar. Pero bueno, prefiero no meterme tampoco ahí.
¿Está feliz en Polonia? ¿Aconsejaría una visita a este país?
Estoy muy feliz allí. Llevo en Polonia 11 años y he descubierto que es un país con mucha historia y hay ciudades muy bonitas, como Cracovia, Gdansk, Varsovia, Poznan o Kielce, con unos castillos y palacios que merece mucho la pena ver. Muchos amigos ya han venido a verlo. Recomiendo a la gente visitar Polonia porque es un país que en los últimos 20 años ha mejorado y ha crecido.