La OMIC organiza el taller 'Que no te la cuelen'

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La Concejalía de Consumo, a través de la OMIC, ofreció este lunes la primera ponencia de las jornadas 'Distingue tu consumo', donde la experta en agroecología y desarrollo rural, Bega Santos, organizó el taller titulado 'Que no te la cuelen'

La OMIC organiza el taller ‘Que no te la cuelen’

El etiquetado de los alimentos sigue siendo un galimatías para muchos. Por eso, saber qué compramos es fundamental para cuidar nuestra salud, más allá de las bondades que las letras grandes no ofrecen, ya que también hay letra pequeña. La Concejalía de Consumo, a través de la OMIC, ofreció este lunes la primera ponencia de las jornadas 'Distingue tu consumo', donde la experta en agroecología y desarrollo rural, Bega Santos, organizó el taller titulado 'Que no te la cuelen'.

El escenario elegido fue el patio del Palacio Don Diego, que se llenó para la ocasión. La concejala de Consumo, María José García-Cervigón, presentó el taller y enfatizó el interés de su departamento por acercar a los consumidores toda la información que sea precisa en esta materia.

En declaraciones previas a Radio Horizonte, Bega Santos resumió el propósito de esta actividad: "Se trata de poner un poco de claridad para que los consumidores sepan lo que compran". Hoy en día son comunes las marcas que incluyen en letras grandes palabras como 'light', 'digestivo' o 'cero calorías', que invitan a consumir productos que "realmente no se ajustan al estilo de vida saludable que buscamos". La ponente enseñó qué tener en cuenta en los etiquetados y cómo conocer la realidad de esos productos para que, en suma, no nos la cuelen.

"En nutrición hay una máxima y es que debemos evitar los envasados. Cuanto más fresco y menos etiquetado, menos riesgo de engaño", recordó. Pero admite que el estilo de vida actual exige a menudo ir a lo más práctico y fácil, lo que no justifica la falta de precaución. "Todo lo que nos promete cosas milagrosas tiene más posibilidades de que nos cuelen un alimento que no beneficia a nuestra salud". España trabaja con unas normas europeas aprobadas y consensuadas, el problema es que no son fáciles de comprender para el consumidor de a pie. "Parece que tenemos que tener un curso de experto en certificación para leer una etiqueta".

Y a la pregunta genérica de si podemos fiarnos de lo que compramos, su respuesta es ambivalente: "En líneas generales sí, pero siempre tenemos que saber leer la etiqueta". "Siempre digo que en una tienda de barrio no nos querrán engañar, pero en un supermercado tengo que pararme más a revisar si ese alimento nos beneficia". "Queda bastante por aprender, pero cada vez hay más interés por una alimentación más sana y sostenible".