Carlos Vallejo (22 años, Ciudad Real), Patricia García (24, Villarta de San Juan), Fátima de la Sierra (30, Villarrubia de los Ojos) y Ángel Villahermosa (34, Fuente el Fresno) son cuatro jóvenes de la asociación Down Caminar que, pertrechados por una refrescante espontaneidad y simpatía, no reñidas con la educación y el saber estar, han tenido la oportunidad de entrevistar al presidente de la Diputación Provincial, y hacerlo en nombre de La Tribuna. Cuatro periodistas por un día que sometían a Miguel Ángel Valverde a un desenfadado 'tercer grado' que el dirigente no olvidará con facilidad. Cuatro ejemplos claros de que, con formación y con una oportunidad, las personas con discapacidad son perfectamente capaces de desarrollar una vida 'convencional', tanto en el aspecto personal como en el profesional.
Mientras esperan que les reciba el presidente, charlan en los pasillos del Palacio Provincial y observan los retratos de las personas que, antes que Valverde, dirigieron esta institución. «Ese es Patxi López», defendía tajante Carlos, ante las risas de sus compañeros, primero, pero con la comprensión general después de todos al comparar el cuadro con la imagen de José Manuel Caballero con una fotografía del portavoz del PSOE en el Congreso.
Fátima. Lleva poco tiempo como presidente de la Diputación. ¿Qué tal está siendo la experiencia? ¿Es mucho trabajo? ¿Qué es lo que más le gusta de él?
Miguel Ángel Valverde posa en el salón de Plenos con Ángel Villahermosa, Patricia García, Fátima de la Sierra y Carlos Vallejo (de izquierda a derecha). - Foto: Rueda VillaverdeEstá siendo una experiencia muy bonita. Para el que lleva tantos años dedicado a la política a través de los ayuntamientos, tener la oportunidad de ser presidente de la Diputación es algo muy bonito y muy ilusionante, que me permite trabajar no solo ya por mi pueblo, sino por todos los pueblos de la provincia.
Aparte de la gestión diaria de todos los asuntos que hay que tratar en la Diputación, también hay mucho trabajo de representación, asistiendo a muchos actos.
Lo que más me gusta de este trabajo es poder representar a toda la provincia, dentro y fuera de ella, porque creo que tenemos una provincia con muchos valores que podemos potenciar, con un gran patrimonio cultural, turístico, ambiental y también gastronómico. Y, sobre todo, también porque la Diputación es una institución que ayuda a muchas entidades, muchas de carácter social, con las que colaboramos mucho.
Ángel. A mí me gusta mucho la política, mi hermano es concejal en mi pueblo. ¿Por qué empezó en el mundo de la política? ¿Qué es lo que menos le gusta de su trabajo?
Buena pregunta. Recuerdo que desde niño he seguido siempre la política. Yo leía los periódicos con 7/8 años, me interesaba lo que pasaba en España. Pues en un momento determinado, yo estaba trabajando en Sevilla y me llamaron para ver si me interesaba formar parte de una lista electoral para poder ser concejal. Acepté, y hasta la fecha.
Lo que menos me gusta de este trabajo es cuando no se puede atender aquello que quieres atender, por diferentes razones. Cuando has visto el sufrimiento de la gente, cuando desde las administraciones algunas veces no llegamos a cubrir todas las necesidades que tienen los ciudadanos, sobre todo aquellos que son más vulnerables y que peor lo pasan. Eso es difícil. Y luego, por supuesto, ha habido momentos muy difíciles, como accidentes, algún hecho luctuoso o trágico, y estar al lado de la gente que sufre es tu obligación, pero es duro.
Patricia. Si no fuera político, ¿qué le gustaría ser?
Me hubiera gustado ser periodista o escritor.
Carlos. ¿Cuál fue su primer contacto con el mundo de la discapacidad?
Desde muy joven he tenido la oportunidad de tener compañeros, amigos, o incluso familiares que han tenido discapacidad. Pero el concepto de la discapacidad es tan amplio que yo soy de los que pienso que todos somos discapacitados. Todos tenemos alguna limitación que nos hace tener dificultades para hacer determinadas cosas. Yo estoy seguro de que hay cosas que no puedo hacer y que una persona con discapacidad sí puede hacer.
Por ejemplo, yo tengo a un paisano mío, que además es amigo, que es jugador de baloncesto, de silla de ruedas, Fran Lara, y este año va a ir a sus cuartas Olimpiadas. Yo he jugado mucho al baloncesto, pero si me siento en una silla de ruedas, soy incapaz de jugar y él me da mil vueltas. Entonces, realmente ¿quién de los dos es discapacitado?
Otro ejemplo sois vosotros, que habéis pasado aquí al despacho con un desparpajo, con una alegría y con una naturalidad que no es habitual.
Fátima. Este año la campaña de sensibilización de Down España se llama 'Extracapacitados', porque estamos superpreparados y formados para trabajar, pero no nos dan oportunidades. Estamos haciendo cursos hasta en la universidad. ¿Qué le diría a las empresas para que nos contraten?
En relación con lo que he dicho antes, que todos de alguna manera tenemos algún tipo de discapacidad, les diría que os den la oportunidad y que prueben, porque van a ver que si se ofrece esa oportunidad, no vais a defraudarles, y, por tanto, vais a ser ejemplo para que otras empresas entiendan que todas las personas son capaces de desarrollar un puesto de trabajo. Así que les pediría a las empresas que os dieran esa oportunidad.
Carlos. Yo soy funcionario de carrera. ¿Qué cree que puede hacer la Diputación para que mis compañeros puedan conseguir una plaza?
Pues que, de alguna forma, en las ofertas públicas de empleo que sacamos, no haya que cumplir solo con el mínimo que exige la legislación respecto a personas con discapacidad, sino que se pudiera aumentar esa reserva de plazas para permitir que más personas con discapacidad pudieran ser funcionarios de la Diputación Provincial. De ese modo, desde esta institución, seríamos ejemplo para otras administraciones y, sobre todo, para las empresas privadas. Cuando vean que una persona como Carlos es capaz de desarrollar su trabajo, ¿por qué no otras personas con síndrome de Down?
Ángel. Yo trabajo desde el año 2012 y vivo en un piso con otros compañeros. ¿Cree que es importante que podamos vivir de forma independiente?
Creo que es absolutamente necesario. Y quiero deciros que, a través de Laborvalía, hemos hablado de esto y vamos a intentar proponer un proyecto, conjuntamente con otras entidades e instituciones, también privadas, para que os permita tener esa autonomía en los pueblos. Creo que es uno de los grandes retos que tienen muchas de las entidades que se dedican a prestar servicio o atenciones a personas con discapacidad y que se ven muy limitados, fundamentalmente, por no tener recursos económicos. Este es un proyecto que tenemos en mente y vamos a ver si somos capaces de ponerlo en marcha y para que ese ejemplo sirva para que otros más se animen.
Patricia. Yo me he venido este año desde Villarta de San Juan a Ciudad Real para poder formarme y trabajar. ¿Qué podemos hacer para que las personas con síndrome de Down que viven en pueblos tengan también oportunidades?
Este problema no solo es para las personas con síndrome de Down. En general, la gente se va de los pueblos porque hay menos oportunidades, hay menos servicios, hay menos atenciones. Se van buscando núcleos de población un poco mayores que te permitan tener todos estos servicios, de todo tipo. Por ejemplo, en mi pueblo hace 20 años había dos cines, y ahora ya no hay. Por tanto, creo que tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para tratar de cambiar la mentalidad de la gente y demostrar que se puede vivir mucho mejor en un pueblo. Para eso necesitamos buenas comunicaciones y también necesitamos una casi perfecta oferta de servicios de atención a las personas.
Pero claro, para prestar todos los servicios hacen falta también muchos recursos, por lo que hay que intentar también ser conscientes de que esos servicios tienen un poco que distribuirse entre comarcas. Es una cuestión también de mentalidad y de distribuir los servicios en los territorios de la mejor manera posible para que todos los vecinos se puedan beneficiar.