La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real pide el mantenimiento de los regímenes de extracciones mínimos habituales, que ya son los más bajos de toda España, mostrando su total oposición a restricciones adicionales sin compensaciones. Y todo después de conocer que la propuesta de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) pasa por un nuevo recorte de hasta el 15% en las dotaciones de agua para riego, un 5% más que este año. Algo que dejaría a los regantes con 1.275 metros cúbicos/hectárea para cultivos leñosos y 1.700 metros cúbicos/hectárea para cultivos herbáceos.
Aunque ahora se abre un periodo de negociaciones, el peso del organismo de cuenca en la toma de decisiones finales es determinante. Por eso, Asaja pide a la Consejería de Agricultura que defienda a los agricultores de Castilla-La Mancha, se ponga del lado de esta organización agraria, y exija al Ministerio para la Transición Ecológica, de quien depende la CHG, indemnizaciones a los regantes del Alto Guadiana para compensar la merma en sus derechos de riego. Y es que los nuevos recortes supondrían poner en serio peligro la continuidad del sector.
Los agricultores del Alto Guadiana son los más concienciados y los máximos interesados en actuar con responsabilidad, ser sostenibles para alargar la viabilidad de su actividad y asegurar su futuro. Pero por mucha voluntad que tengan, la necesidad de poner en marcha infraestructuras hidráulicas es irremediable y urgente. Asaja exige derivaciones de agua de las zonas excedentarias a las deficitarias, y la puesta en marcha de la Tubería Manchega para aprovechar la millonaria inversión que se ha hecho, indicó en un comunicado de prensa.
La organización agraria se pregunta si el plan del Gobierno de España es dejar morir la zona Alta del Guadiana. Y es que la provincia lleva soportando, durante más de 25 años, importantes limitaciones de agua y siendo perjudicada por la mala gestión que se ha venido haciendo desde la CHG.
La organización agraria recuerda que los agricultores de Ciudad Real y de otras provincias de Castilla-La Mancha que pertenecen a la cuenca del Guadiana ya están regando con el 50% de sus derechos. Son las dotaciones más bajas de toda España y suponen un tercio del agua autorizada a los regantes de la misma cuenca, pero que pertenecen a otras provincias. Una discriminación que no nos permite competir en igualdad de condiciones con otras zonas de España.