Más de tres años después de su licitación, el Gobierno dio ayer luz verde a la publicación del estudio informativo del AVE a Extremadura que discurre entre Madrid y Oropesa. Es el tramo que afecta a Talavera y el único que ni siquiera consta todavía en los proyectos. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, anunció ayer en Madrid que ayer mismo había quedado aprobado el estudio informativo. Lo hizo en el transcurso de una charla-coloquio en la que también desveló que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha aprobado un crédito por un importe de 890 millones de euros para financiar el proyecto de alta velocidad a Extremadura.
La aprobación del estudio informativo se esperaba desde hace tiempo, dado el retraso que acumula, y, sobre todo, después de que el propio ministro Ábalos anunciara a finales de septiembre en una visita a Toledo que se iba a sacar en los próximos meses. Así, Ábalos comentó que su intención era que pudiera estar en información pública antes de que terminara el presente año. La previsión del ministro se va a cumplir, después de que ayer confirmara la publicación en los próximos días del estudio en el BOE y con ello el inicio del trámite de información pública.
El de ayer es un primer paso en un proyecto todavía muy incipiente, pero supone un gran avance si se tiene en cuenta las marchas atrás de un proyecto que lleva casi veinte años rodando sin que se hayan producido apenas avances.
El paso por Toledo. Una de las cuestiones que debe dilucidar el estudio informativo es son las alternativas de trazados que se plantean, para resolver la incógnita de si la línea de alta velocidad que unirá Madrid y Extremadura tendrá finalmente paso y parada en Toledo. Con sus partidarios y sus detractores, esta posibilidad ha ido ganando enteros, primero porque uniría con transporte eficaz y rápido las dos grandes ciudades de la provincia, pero también porque abriría a Toledo una puerta a Portugal, una vez que acabe por consumarse la unión entre Extremadura y Lisboa. Entre los argumentos que se han barajado se encuentra también que el paso por Toledo reforzaría la viabilidad económica de la línea, si se tiene en cuenta la capacidad de atracción turística de la capital. Por último, esta el condicionante económico, ya que este desvío del trazado inicialmente pensado en línea recta entre Talavera y Madrid, supondría un ahorro, ya que se aprovecharía la conexión actual desde Toledo. En todo momento se ha asegurado que el paso por la capital apenas supondría unos minutos en el conjunto del trayecto previsto.