El momento oportuno, la mirada precisa, el instante menos esperado y el más necesario, el que dibujará una sonrisa para siempre. Un beso, un gesto, una caricia, una conversación entre risas, el amor bajo la lluvia en estado puro, los ojos chispeantes de un padre, un baile inmortalizado o el eterno beso de un abuelo a su nieta de blanco impoluto. David Copado mira y captura lo que sucede en el día más importante en la vida de una pareja. Es su trabajo, su oficio, del que está literalmente «enamorado», y lo ejecuta desde una perspectiva documental, dejando que fluya la emoción, contando historias de amor.
Posee una mirada que vale oro porque sus fotografías y los trece premios que ha conseguido desde que empezó hace cuatro años como fotógrafo de boda, le han valido a Copado, de 37 años y natural de Valdepeñas, una nominación en la categoría de Fotógrafo Revelación a los premios Golden Lens (Lente de Oro), considerados como los Oscar por los profesionales de este género fotográfico.
Estos galardones, iniciativa de Inspiration Photographers, premiarán a los más destacados profesionales en una gala que tendrá lugar el próximo 12 de noviembre en Brasil, por lo que antes de esa fecha Copado sabrá si está o no entre los finalistas . «Estoy muy contento porque es la primera vez que me presento y ya tan sólo estar nominado es un reconocimiento al esfuerzo».
Llegó a la fotografía de casualidad, como el que entra sin avisar, pero con las ganas de aprender y crecer del que está llamado a triunfar. Copado cuenta historias, documenta lo que ocurre sin intervenir en la realidad, en lo que está pasando. Una naturalidad que la mayoría de novios busca . «Con mis parejas trabajo de esta forma, para que cuando pase el tiempo ellos se reconozcan y vean espontaneidad en los gestos de cariño, las risas y la diversión, sin posados». Ama la fotografía, quizás por eso le aporta tanto su trabajo. «La fotografía para mí son vivencias, me hace empatizar con muchos sentimientos y momentos únicos».