El Ayuntamiento de Ciudad Real está estudiando la posibilidad de presentar un recurso a la sentencia que condena al Consistorio y a la empresa Aquona al pago de una indemnización de casi un millón de euros a los propietarios del edificio de Cervantes, 5, por la ruina y posterior demolición del inmueble.
Según fuentes del Ayuntamiento, se trata de una cuestión que se está estudiando por los jurídicos, mientras que desde Aquona están estudiando el caso.
En el caso del Consistorio hay que tener en cuenta, sin embargo, que, tal y como recoge la sentencia del Contencioso-Administrativo número 1, su aseguradora, Mapfre, sostiene que la póliza con el Ayuntamiento no cubre tal servicio, por lo que sería el propio Ayuntamiento el que podría recurrir. Contra la sentencia cabe posibilidad de apelación en 15 días ante la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
Del lado de los vecinos, su letrado, Javier Panadero, expresó la satisfacción de los propietarios por la sentencia, que aseguró que está «muy bien» y en la que no obstante le hubiera gustado que se concretara el pago de las costas. En la sentencia figura que se queda «sin expresa condena en costas».
«Si nadie recurre, no recurrimos», avanzó el letrado de los propietarios del bloque a La Tribuna, quien comentó que serán las partes condenadas las que tendrán que valorar el pago de la indemnización ahora o recurrirla, lo que podría demorar «otros tres o cuatro años» el proceso, tiempo en el que «se sumaría el interés legal, un interés que además es creciente por la coyuntura actual», de manera que el desembolso podría ser mucho mayor.
la cuantía. Actualmente, la indemnización a pagar a los propietarios del antiguo bloque de Cervantes, 5 es 773.816 euros y los intereses legales ascienden a 211.225, por lo que el total a pagar a los vecinos es de 985.041 euros.
Para el concejal socialista David Serrano, se trata de «otra indemnización más de las muchas que durante estos años pasados hemos tenido que pagar. Todos los ciudadanos sabían que la plaza de Cervantes tenía problemas y cuando llegamos en 2015 nos pusimos a trabajar en esa cuestión», dijo el edil de la oposición, al tiempo que agregó que «si se ve que hay un problema, hay que atajarlo y no hacer que acabe en sentencias muchos años después».