El Gobierno regional amplía los fondos en más de 400.000 euros para seguir poniendo en valor, restaurando y restructurando el patrimonio histórico de los parques arqueológicos y yacimientos de la Comunidad Autónoma.
En concreto, estos fondos irán dirigidos a dar continuidad a las obras de consolidación y puesta en valor de la Necrópolis Ibera del Parque Arqueológico de Alarcos y a las diferentes actuaciones acometidas en el Tolmo de Minateda, en el horno de botella en la Escuela de Arte de Toledo y en la Villa Romana de Saucedo.
Hasta la fecha, el Gobierno de Castilla-La Mancha había destinado 5,7 millones de euros para la mejora, puesta en valor y conservación del patrimonio artístico e histórico de Castilla-La Mancha, montante económico que ha sido financiado con cargo a los fondos procedentes de la Unión Europea.
Así lo ha avanzado el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, en una visita que ha realizado a la necrópolis Ibérica del Parque Arqueológico de Alarcos, ubicado en Poblete (Ciudad Real). En la misma, ha estado presente la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo y la delegada de la Junta en la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, entre otras autoridades.
En su intervención, el consejero ha destacado que el Gobierno regional ha destinado más de 150.000 euros para la puesta en valor y adecuación de la necrópolis Ibérica, "montante económico que nos ha permitido seguir mejorando un espacio fundamental de las primeras partes del yacimiento", ha explicado.
En concreto, el proyecto ha consistido en adecuar el terreno circundante, remarcar la ubicación de las tumbas, consolidar sus paredes e instalar una plataforma metálica de tramex que permita, a cierta altura, contemplarlas. La intervención será finalizada al término de la semana.
Ubicada en las inmediaciones del cerro de Alarcos, la necrópolis se localizó entre 2017 y 2018 en el transcurso de una obra de instalación de riego por goteo de una plantación de pistachos. El lugar está datado entre el siglo V y el II a.C.
Durante el proceso de excavación se han documentado 189 estructuras funerarias, con una amplia tipología representativa de tipos funerarios ibéricos habituales en las necrópolis de los siglos V al II a.C. Entre ellos destacan 30 túmulos y 145 fosas que se han empleado bien como enterramientos bien como depósitos de ofrendas.
En el entorno de dos de los túmulos de mayor tamaño se ha localizado un importante conjunto de fragmentos de cerámicas griegas de figuras rojas rotas in situ que se ha interpretado como un silicernium asociado a un banquete funerario ritual.