2013 fue el último año en el que se oyeron los llantos de un bebé recién nacido romper la tranquilidad de la noche del pueblo. Fueron dos niños los que nacieron. Ahora, estos bebés son ya alumnos de Primaria, y después de ellos no ha llegado ninguno. Navas de Estena, según el INE, es el pueblo de la provincia que encadena más años seguidos con un ‘cero’ en el casillero de alumbramientos: seis porque, como confirma el alcalde, Isidro Corsino, «este año tampoco ha nacido ningún bebé».
Navas de Estena es uno de los diez municipios de la provincia, junto a Alamillo, Ballesteros de Calatrava, Caracuel de Calatrava, Fontanarejo, Fuenllana, Luciana, Saceruela, Solana del Pino y Valdemanco del Esteras donde la estadística, en 2018, el último en el que se profundiza en la realidad de la natalidad local, no vino acompañada de un pan bajo el brazo. Cero nacimientos en una decena de municipios que miran con preocupación el futuro. Corsino, alcalde y médico, reconoce la gravedad que supone el «problema» de la baja natalidad «pero no es algo que podamos resolver desde la administración local». En su municipio, «un pueblo de unas 250 o 260 personas, unas 200 son jubilados, unas 45 personas están afiliadas a la Seguridad Social y hay cinco o seis niños».
«Es difícil que nazcan niños porque no hay gente en edad de tenernos», asume Corsino, que apunta a soluciones para ‘salvar’ pueblos como el suyo. La primera, vincular la economía de los pueblos no a la población empadronada, sino a la población de hecho. «Nosotros tenemos un tercio de la población empadronada, el resto es gente que pasa temporadas aquí, o viene de vacaciones que no están empadronados pero a los que hay que prestar servicios». Pagan el IBI por las segundas residencias pero no ‘contribuyen’ igual que el resto de vecinos y eso influye, como reconoce Corsino, en que no pueda haber suficientes servicios públicos para atender a toda esa población flotante. «Tenemos claro que hay que mimar a los que vengan», explica el alcalde de Navas de Estena que mantiene «las puertas abiertas» para todos aquellos que quieran ir a vivir a su pueblo, y si es con niños, mejor.