Un satélite en el espacio podría avisar a un barco de la cercanía de piratas en el Mar Rojo. También puede avisar a otros de que hay una anomalía en el mar, quizás un vertido, para que le ayuden a analizar si lo que ha captado es un accidente y así ayudar a intervenir de forma más rápida. Estas actuaciones son dos de las muchas que se pueden realizar con el trabajo de un grupo de ingenieros que trabajan en Ubotica. Esta empresa irlandesa tiene una delegación en Ciudad Real, desde donde se trabaja en la Inteligencia Artificial (IA) en el espacio, la última frontera, por los retos que supone de tamaño, al incluir un sistema tan potente en un nanosatélite, para lo que se lleva trabajando e investigando desde hace más de una década.
«Había un proyecto de investigación europeo en el cual trabajábamos en el grupo VisiLab», explicó José Luis Espinosa, director del centro ciudadrealeño de Ubotica. Los profesores de la UCLM Gloria Bueno y Oscar Deni dirigieron ese proyecto, denominado Eyes of Things, que buscaba desarrollar un sistema empotrado para inteligencia artificial. De ese proyecto y el sistema creado surgió Ubotica en 2017, y en 2019 se fundó esta sede de la empresa en Ciudad Real.
El satélite que se lanzó el pasado 3 de marzo es el sexto que proyecta esta empresa, aunque este es el complemento desarrollado por la empresa. CogniSAT-6 es su nombre y fue lanzado al espacio por la empresa Space X. «Es totalmente nuestro, diseñado y desarrollado de inicio por nosotros», mientras que los otros habían sido colaboraciones. «Aparte de la inteligencia artificial, que ya era algo que habíamos añadido anteriormente a otros satélites» en este se encuentra el concepto de Live Earth Intelligence, que básicamente es que envía información en tiempo real.
Montaje del satélite (derecha) en el lanzador de Exolaunch. - Foto: ExoLaunchEl satélite es de 6U, cada unidad es un cubo de 10 por 10 centímetros, por lo que su tamaño no es mucho mayor que el de 10 cajas de leche. En ese pequeño espacio se integra un ordenador a bordo, «que se encarga de gestionar todos los sistemas», como los sensores, las cámaras o las placas solares. Además, tiene «nuestro hardware específico para inteligencia artificial», producto del trabajo realizado en Ciudad Real en el proyecto inicial, que tiene un coste energético muy bajo, importante cuando el satélite solo funciona con energía solar.
«Estamos acostumbrados a la Inteligencia Artificial de mucho consumo», que es la que funciona con CHATGPT, por ejemplo, con grandes equipos para su funcionamiento, mientras que el trabajo de Ubotica, es el desarrollo de esa IA en pequeño formato, «desarrollar sistemas pequeños, todo lo pequeño que se pueda, que sean capaces de hacer que funcione la inteligencia artificial lo más grande posible».
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¿Por qué Ciudad Real? «En un principio, por esa colaboración que ya teníamos» y luego siguió por que «la Escuela de Informática de la UCLM funciona muy bien. No tiene nada que envidiar a ninguna otra de España». De hecho, se partió de un equipo de cuatro o cinco personas, y ahora son 16, 18 incluyendo los investigadores de Visilab. Tras este primer satélite de factura propia, la empresa busca fortalecer y continuar su colaboración con la NASA y la búsqueda de empresas que quieran trabajar con Ubotica y las herramientas que han lanzado.