Cae una banda que robó más de 50 casas, tiendas y casinos

La Tribuna
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La operación se puso en marcha a principios del pasado año a raíz de cinco robos cometidos en diferentes localidades de la provincia de Lugo. Se le consideran responsables de robos en Campo de Criptana y Alcázar de San Juan

La Guardia Civil, en el marco de la operación 'Carbig' en colaboración con la Europol y la Gendarmería francesa, ha detenido en la provincia de Tarragona a los quince integrantes de una banda organizada especializada en robos con fuerza en viviendas y establecimientos comerciales, tanto del sector servicios como de casinos.

Esta operación ha sido coordinada por la Unidad Técnica de la Policía Judicial y desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Lugo, en colaboración con la Gendarmería de Toulouse (Francia), y ha permitido esclarecer más de medio centenar de robos cometidos en territorio español y una docena en casinos del sur de Francia.

La operación se puso en marcha a principios del pasado año a raíz de cinco robos cometidos en diferentes localidades de la provincia de Lugo.

La investigación desarrollada por la Guardia Civil durante varios meses permitió identificar a los principales integrantes "de este grupo criminal", todos procedentes de países del Este, y localizarlos en Tarragona.

Actuaban como un comando itinerante, con viajes de tres o cuatro días de duración. Cambiaban habitualmente de localidad e busca de nuevos objetivos, sin apenas descansar, hasta regresar a Tarragona o Madrid, localidades donde habían establecido sus "cuarteles generales".

La Guardia Civil informa en un comunicado de que el grupo desmantelado era "muy violento" y utilizaba "herramientas contundentes para forzar puertas, ventanas y practicar butrones en pocos segundos".

Actuaban siempre de madrugada, después de realizar el correspondiente reconocimiento de sus objetivos durante el día, para determinar vías de acceso y huida.

Uno de sus objetivos "preferidos" eran las casas de apuestas y salones de juegos. En un solo robo llegaron a llevarse un botín de más de 30.000 euros. De hecho, actuaron en establecimientos de este tipo en Tomiño (Pontevedra), Valverde de la Virgen (León) y en el Campo de Criptana (Ciudad Real).

También robaron en establecimientos de productos cárnicos, farmacias y locales de hostelería, en lugares como Tudela, Fraga, Alcazar de San Juan, Carlet, Orihuela, Aracena, Feria, Olivenza, Illescas, León, Corrales de Buelna, Binefar, Almazán o Monforte de Lemos.

Además, entraron en viviendas en la provincia de Barcelona, en las localidades de Bonesvalls, Bages, Collbató y San Salvador de Guardiola. Aprovechaban la noche, cuando sus habitantes estaban dormidos, para hacerse con herramientas necesarias para el mantenimiento de los jardines.

Era un material de "rápida salida en el mercado negro". De hecho, era distribuido al día siguiente de los robos entre los miembros de la organización, que lo ocultaban en locales de San Pere y San Pau, en Tarragona, para venderlo a propietarios de pequeñas empresas de jardinería, hormigón impreso y mantenimiento.

Según la Guardia Civil, ocultaban siempre su rostro con capuchas, gorros y pasamontañas. También llevaban guantes y tomaban todas las medidas posibles para evitar ser identificados.

Usaban técnicas militares para evitar ser descubiertos -incluso reptaban por el suelo para evitar ser detectados por los sistemas de seguridad-. Se desplazaban siempre a última hora de la tarde y regresaban a primera hora de la mañana para evitar los controles policiales, además de robar vehículos para cometer los golpes, con el objetivo de dificultar la identificación de los coches en los que se trasladaban.

La mayor parte de la operación se ha desarrollado en las provincias de Tarragona, Barcelona, Madrid, Alicante y Lugo. Las detenciones han sido practicadas en Puebla de Mafumet, Puigdelfí, San Pere y San Pau, en Tarragona.

Los detenidos han sido imputados como investigados por pertenencia a grupo criminal y más de medio centenar de robos con fuerza. La Guardia Civil calcula que el material y dinero robados, más los daños provocados, pueden sumar pérdidas para los afectados de unos 400.000 euros, solo en territorio español.

En los registros domiciliarios ha sido recuperado parte del material que había sido robado en Cataluña, que ya ha sido devuelto a sus propietarios.

De la investigación se ha hecho cargo el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 1 de Sarria (Lugo) y por las autoridades francesas, a través del Tribunal de Justicia de Burdeos -con la coordinación de Eurojust y el apoyo de la Europol-. La Guardia Civil también intercambió información con los Mossos.

La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.