El Gobierno de Castilla-La Mancha ha mostrado su preocupación ante las políticas que algunas diputaciones y ayuntamientos han comenzado a aplicar en materia de lucha contra la violencia de género, "pasando de la invisibilización o el cambio de colores a la supresión de recursos de protección a las víctimas".
Así lo ha expresado la consejera de Igualdad, Sara Simón, en una visita a la provincia de Ciudad Real, después de que el Ayuntamiento de su capital haya confirmado la supresión de la Unidad de Violencia de Género, creyendo que es "insostenible" decir que las mujeres que sufren la violencia machista en Ciudad Real vayan a seguir recibiendo "la misma atención y protección" que con la existencia de un recurso "específico y exclusivo" en la Policía Local.
La consejera cree que el caso de la Policía de Ciudad Real "es de una gravedad insólita" y "supone dar un paso más allá" de los relatos y de los discursos en materia de Igualdad. Por ello, Simón ha avanzado que va a solicitar una reunión urgente al presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha, para que no se adopten medidas en el ámbito municipal que dejen a las víctimas en una situación de "desprotección".
"La FEMP de Castilla-La Mancha debe adoptar una posición clara en favor de las mujeres y yo confío y espero que esté a la altura de las circunstancias y que desde luego exija también a los ayuntamientos que no demos ni un paso atrás", ha asegurado la consejera, recordando que este organismo tiene suscritos a nivel nacional pactos contra la violencia de género.
Simón ha finalizado reiterando el compromiso del presidente García-Page de que el Gobierno regional no solo sea "faro de igualdad" sino también "dique de contención frente al negacionismo" de la violencia de género.