«La feria es muy importante para fidelizar y abrir mercados en este momento en el aceite de oliva»

Manuela Lillo / Ciudad Real
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José Luis Murcia, el director ejecutivo de la World Olive Oil Exhibition, asegura que «la consolidación de las almazaras de Castilla-La Mancha es un hecho»

 El ciudadrealeño José Luis Murcia se ha puesto al frente del encuentro mundial del aceite de oliva, que promueve la empresa Pomona Keepers, y que busca potencial la comercialización de este importante producto español.

Los próximos días 2 y 3 de marzo se va a celebrar la quinta edición de la World Olive Oil Exhibition, ¿cuál es el objetivo de este encuentro?

Consolidar la internacionalización, que ya comenzó en la segunda edición y que entendemos que en esta quinta va a ser bastante amplia. Habrá participación de bastantes países productores y, sobre todo, de países compradores. Al final, una feria sin compradores no es una feria y habrá un crecimiento exponencial en compradores de los cinco continentes.

¿Cuáles son esos principales países compradores que tendrán presencia en la feria?

Ahora mismo hay un auge importantísimo del aceite de oliva fuera de los mercados tradicionales. En la Unión Europea hay países como Francia, que es un gran comprador de aceite de oliva, porque sólo produce unas 6.000 toneladas, y de Italia, que sigue siendo un comprador importante. No obstante, empiezan a llegar, sobre todo, tres países que en estos momentos acaparan la atención de todo el comercio internacional: Estados Unidos, que ha pasado a ser el gran comprador de aceite de oliva fuera de la Unión Europea; Japón, donde España ya es el principal vendedor neto de aceite de oliva, tras darle la vuelta en cinco años a Italia; y Brasil, que tiene también un importante nicho de crecimiento. Además, habrá otros países como México, Reino Unido o Alemania y de otros menos avezados en el uso de aceite de oliva como Eslovaquia o Polonia.

¿Cómo contribuye la feria a incrementar las exportaciones de este producto?

Creo que de una manera sustancial. Es verdad que el año pasado y por las perspectivas que hay para este año, el aceite de oliva no parece tener grandes problemas, pero sí que hay una consolidación de las diferentes vertientes del aceite de oliva. Por un lado, hay un mercado en el granel que crece en Estados Unidos, pero, por otro lado, en el resto de países, incluido Italia, empieza a crecer el segmento envasado, porque hay un auge de los aceites de oliva en prácticamente todo el mundo y eso está redundando en beneficio de todos. Las perspectivas para este año indican que prácticamente han desaparecido los stock. Las últimas cifras oficiales nos hablaban de poco más de 300.000 toneladas en todo el mundo y algo más de 100.000 en España, lo que significa que va a quedar cero en los almacenes.

Pese a que es relativamente pronto, ¿qué campaña de aceituna se prevé para este año?

Sí, es relativamente pronto y no sabemos qué otoño vamos a tener. De momento anuncian lluvias, pero no sabemos si van a ser buenas o malas para el fruto, dependiendo de cuando vengan. No obstante, todo parece indicar, según las primeras previsiones de Gea Westfalia, que es una empresa de maquinaria muy seria y ha tocado 330 fuentes en todos los países productores, que se avecina una producción interesante en España que podría rondar entre los 1, 2 y 1,4 millones de toneladas y a nivel mundial no sería demasiado grande, de 2,6 millones. Por ejemplo, Túnez tuvo el año pasado una cosecha récord y al ser un árbol vecero tiene periodos de descanso, por lo que podría tener la mitad y no hay que olvidar que ha sido nuestra fuente de compra este año. Así pues, yo creo que lo más importante en estos momentos es consolidar un mercado más amplio, donde el aceite de oliva puede crecer. De hecho, no hay que olvidar que el aceite de oliva en España va a crecer y vamos a seguir siendo más del 50% de la producción mundial. Por tanto, si en estos momentos se abren mercados, eso va a favorecer mucho que se puedan absorber lo que se produzca cuando vengan peor dadas. En estos momentos estamos hablando de un año bueno para España y regular para los demás.

Por eso es importante afianzar los contactos para las ventas y en eso juega un papel importante la feria...

Exacto, la feria juega un papel importantísimo para ello. Fidelizar en estos momentos mercados es muy importante, al igual que abrir nuevos mercados. Nosotros en esta feria hemos hecho un llamamiento a los compradores multiproducto porque en un país como Eslovaquia, por ejemplo, el aceite de oliva es algo exótico y raro, pero si la gente empieza a acostumbrarse a verlo en los lineales de supermercados, es favorable. En este caso coincido con el director de Gea Westfalia, Juan Vilar, que decía el año pasado en una conferencia que los pequeños países productores de aceite de oliva son una bendición para los grandes productores, porque terminan consumiendo mucho más de lo que producen. Esto mismo pasa en Uruguay, que estará presente en la feria, donde producen muy poco, pero ya están comprando mucho tras verlo en los lineales de los supermercados.

¿Qué retos tiene el sector del aceite de oliva español en los próximos años?

Tiene un reto importantísimo, porque el aceite de oliva español ha estado muy alejado del mercado. Es decir, todavía es muy típico ver, como ocurría en el vino, que llegara el corredor o bróker de turno y fijara el precio. Hoy el aceite de oliva puede salir al mercado y vender a quien más le interese y eso no significa, como ha pasado en el mundo del vino, echar fuera de juego a los bróker, al revés, de lo que se trata es de hacer crecer la tarta para que haya tarta para todos y en el caso del aceite de oliva, creo que la capacidad de crecimiento es tremenda. No olvidemos que el consumo del aceite de oliva en el mundo es de poco más del dos por ciento de las grasas, unos tres millones en los años buenos, mientras que el de aceite de palma supera con creces los 45 millones, los 22 el de coco, los 16 millones el de soja o los 12 del de girasol. Por tanto, estamos en un momento que creo que es, sin volvernos locos, de crecimiento moderado del mercado y de abrir nuevos nichos.

En relación con el aceite de oliva se habla mucho del precio y lo que para el consumidor puede ser caro, paro el productor es barato, ¿cuál sería un precio justo para un producto de esta calidad?

Sinceramente, creo que el precio del aceite de oliva de este año es bueno, mientras que hace uno o dos años era malo, y lo digo claramente. Evidentemente, si me pide que me ponga la gorra de consumidor, le diré que prefiero comprarlo barato, pero realmente el precio justo del aceite de oliva debe estar por encima claramente, y digo claramente, de los tres o tres euros y medio para el consumidor. Eso hablando de un aceite de oliva normal, si entramos en los de alto valor añadido, que incorporan una selección especial o un envase atractivo, el precio se eleva. Hay botellitas de medio litro a 14, 15 o 16 euros y eso en España nos extraña mucho, pero si nos pasamos por el sur de Francia, allí se ven esos precios.

¿Se apuesta por aceites de más calidad?, ¿se va a plasmar esto en la feria?

Sí, sin duda. La feria quiere trasladar ese mensaje, que es ya generalizado, de que el aceite de oliva es un producto saludable, aunque sin olvidar que es una grasa y que las grasas engordan. No obstante, el aceite de oliva utilizado moderadamente es, no bueno, sino excelente para la salud. No lo digo yo, hay cantidad de estudios médicos que lo avalan.

¿También se apuesta por la diversidad?

Sí y por eso queremos que la gente tenga la opción de ver aceites uruguayos, indios, japoneses, marroquíes, tunecinos, españoles o italianos y franceses para ver las enormes posibilidades que tenemos de gozar de un producto como el aceite de oliva.

Pese a todo, ¿cree que se está perdiendo la dieta mediterránea?

No lo sé, no estoy tan seguro. Ese ha sido un planteamiento de los últimos años. Por supuesto, en muchos países de Europa nunca había existido, pero curiosamente en países de la UE en los que nunca había existido, como Francia, se practica la dieta mediterránea con más asiduidad, con independencia de lo que se hace en Italia o en Grecia. En España se puede haber perdido algo, pero la dieta mediterránea está ahí. Lo que llama la atención es que España tenga un porcentaje pequeño de aceite de oliva virgen extra, que apenas es de poco más del 35%, cuando en Italia es del 65% y en Grecia de más del 90%, que es la cuna del aceite de oliva.

¿Qué papel puede jugar Castilla-La Mancha en la feria, ya que es la segunda comunidad autónoma productora de España?

Castilla-La Mancha, y no sé si se debe a que nuestra empresa es castellano-manchega, ha tenido un papel primordial en las anteriores ediciones y creo que le ha ido muy bien. Precisamente, Castilla-La Mancha es la región que acapara entre el 8 y 11% de la producción, por detrás de Andalucía, y lo importante es que la consolidación de las almazaras de Castilla-La Mancha en la feria es un hecho y creo que va y tiene que ir a más.

¿Cuáles son las fechas clave para la participación en la feria?

En estos momentos está abierta la inscripción, se está comercializando la feria a todos los efectos, tenemos prácticamente cerrado el ciclo de conferencias técnicas y de catas y confirmada la presencia de muchos operadores internacionales, como una representación importante de Japón.

¿Qué papel jugarán las actividades paralelas?

La parte de conferencias técnicas va dirigida, sobre todo, a que las empresas sepan las perspectivas económicas de los países a los que se quieren dirigir, así vamos a tener conferencias sobre Estados Unidos, Australia o Francia. Por otro lado, tenemos muestras de los diferentes aceites de oliva del mundo para que puedan tener acceso los profesionales y los compradores que se acerquen. En este caso juegan un papel muy importante los distribuidores nacionales, las tiendas gourmet españolas o los establecimientos de hostelería.

¿Cuentan con el apoyo de administraciones?

Momentáneamente estamos en conversaciones y aunque la feria queda todavía lejos hay compromisos ya cerrados, como, por ejemplo, por parte de la Diputación de Jaén. En breve iniciaremos las conversaciones con Castilla-La Mancha en este sentido.

¿Por qué le gustaría que se caracterizara la World Olive Oil Exhibition?

Nosotros, simple y llanamente nos conformaríamos, aunque no es poco, porque nos señalen como la feria de referencia que hizo romper el muro comercial que tiene el aceite de oliva a nivel mundial. Hasta ahora no ha habido una feria que rompa ese muro en el cual el aceite de oliva pase a tener un papel tan importante como otros productos alimentarios en el contexto internacional y creemos que esta feria va a dar el pistoletazo de salida en este sentido en esta quinta edición.