Pere Ponce: «Cervantes hoy sería guionista»

M.Sierra
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Pere Ponce Alifonso está trabajando en un montaje teatral y el rodaje de la segunda temporada de 'Melí', pero esta noche será Miguel de Cervantes de la mano de 'El ministerio del tiempo', que se rodó en Almagro

La serie de televisión española El ministerio del tiempo dedica su episodio de esta noche a Miguel de Cervantes, al que dará vida el actor catalán Pere Ponce, quien pone el acento en la cara más humana del escritor «que no pasaba por su mejor momento, cargado de deudas y deudores». En definitiva, dice, un hombre «que ni se imaginaba que iba a llegar a ser tan importante gracias al Quijote».

El padre del Quijote, de las novelas ejemplares, poeta, militar. ¿Qué destacaría del Miguel de Cervantes que esta noche se va a encontrar en El ministerio del tiempo?

Su voluntad y su tenacidad. Es verdad que es un personaje al que conocemos todos a través de la escritura del Quijote. Es un icono de la cultura, una de las figuras más importantes, pero aquí lo que vamos a descubrir es su lado más humano, la dificultad que tenía para sobrevivir en un ambiente que estaba muy analfabetizado y en el que intenta ganarse la vida. Es por eso que decide aparcar el Quijote y centrarse en el teatro, que era la única vía de comunicación que había en una época en la que la gente no sabía ni leer, ni escribir.

El rodaje de este capítulo se hizo en el Corral de Comedias de Almagro, el pasado mes de septiembre. ¿Qué le pareció rodar en un escenario donde la habría gustado triunfar a Cervantes?

No lo conocía. Rodar en un lugar como éste es maravilloso porque te facilita meterte en el papel, entrar en la época, entenderla. El escenario ha ayudado mucho. Fue fascinante ver cómo un municipio ha conservado su patrimonio y como el paso del tiempo no ha afectado a la arquitectura de la ciudad.

El Cervantes de Pere Ponce todavía no ha publicado el Quijote, ¿Exactamente en que momento se encuentra?

Está a las puertas de hacerlo. Es el año 1604, 1605. El ministerio del tiempo llega a su vida justo cuando está intentando montar la obra Los baños de Argel. No lo consiguió en vida. Es un hombre de una cierta madurez, 55 años, que enfoca al final de sus días sabiendo que no va a ser especialmente trascendente, porque él ni se imagina que terminará convirtiéndose en un icono de la literatura de este país. De hecho, se encuentra en una situación complicada, de precariedad económica, en la que le resulta muy difícil llevar la hacienda de la casa y tiene que hacer frente a muchos deudores. Se le baja del pedestal y se ofrece una imagen de él más humana.

Ni se imaginaba lo que estaba por llegar, tal vez por eso El ministerio del tiempo se ha tomado la licencia de llevar a este Cervantes a ese futuro que ni se imagina. ¿Cree que habría tenido hueco en este futuro?

Igual escribiría para la televisión, posiblemente sería un buen guionista, porque ya era bueno como guionista teatral. Sus entremeses tienen una faceta dramática que tal vez hoy habría encontrado la trascendencia que buscaba. Quién sabe, lo mismo es un escritor de El ministerio del tiempo.

¿En quién se basó para crear este personaje?

En el mismo Miguel de Cervantes. Es un personaje tan biografiado, tan estudiado y tan analizado que es muy fácil acercarse a él. Pero eso a veces también es un problema, porque lo conoce tanto la gente que la presión es mayor.

¿Que descubrió de Miguel de Cervantes que no supiera?

Que no era manco. Cuando decían que era manco yo pensaba que le faltaba un brazo, como a Valle-Inclán, pero no, lo que le pasaba es que tenía inutilizada la mano izquierda, aunque podía hacer ciertas cosas con ella. Esa es una característica muy interesante para un actor a la hora de representar a un personaje.

Este episodio arrojará un poco más de luz sobre el autor, ¿Cree que se están utilizando todos los medios que tenemos para que Miguel de Cervantes sea más que un nombre y un centenario de vez en cuando?

En el colegio su obra es de lectura obligada, es uno de los clásicos, pero creo que todavía nos queda mucho por hacer para acercarnos a su obra. El Quijote es obligatorio, por ejemplo, pero creo que no a la edad adecuada. Para mí el Quijote es un libro de esos que se saborean mejor en la madurez. Tal vez por eso debería empezarse a estudiar el autor a partir de otras obras. Y eso es sólo algo de lo mucho que se puede hacer.