Una vida trabajando por Tomelloso

J. M.Beldad
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La Vendimiadora del Año se muestra «abrumada y emocionada» por este reconocimiento a su trabajo

María Teresa Zafra recibirá el reconocimiento el 8 de septiembre - Foto: La Tribuna

María Teresa Zafra (Tomelloso, 1956), hija y nieta de agricultores, ha sido elegida Vendimiadora del Año en Tomelloso, un reconocimiento que honra su compromiso con la agricultura y con Tomelloso. A los 20 años, comenzó su trayectoria laboral en la empresa agrícola Riegos de La Mancha, donde fue una de las primeras mujeres en trabajar en un entorno tradicionalmente dominado por hombres. Con más de cuatro décadas de experiencia en el sector agrícola y su dedicación al Ayuntamiento de Tomelloso,  María Teresa se ha convertido en una figura ejemplar en su localidad.

Al ser notificada de su elección, expresó con humildad su sorpresa. «No pensaba nunca que esto me iba a pasar a mí», asegura. Asimismo, le dijo al alcalde que «no era merecedora de este reconocimiento». Sin embargo, este honor refleja su labor profesional y su influencia en la Tomelloso, especialmente por su rol como secretaria de la Junta Rectora de la Cooperativa Virgen de las Viñas, cargo que desempeñó durante veinte años, siendo junto a dos compañeras las primeras mujeres en ostentar estos cargos. «Entonces sólo los ocupaban hombres», señala.

La vida de María Teresa ha estado profundamente ligada a la agricultura y al desarrollo rural. «Empecé a trabajar en 1976, cuando la mujer no estaba bien vista trabajando fuera de casa», recuerda. A lo largo de su carrera, ha sido testigo y protagonista de importantes cambios en el sector agrícola, desde la transformación de tierras de secano a regadío hasta la modernización de la maquinaria agrícola. A pesar de los avances, María Teresa subraya que «el agricultor, para no quedarse atrás, siempre está invirtiendo, pero las cosechas siguen siendo muy complicadas».

Su elección como Vendimiadora del Año es un reconocimiento a las personas que, como ella, han trabajado incansablemente y a menudo en silencio para sostener la economía y el bienestar de Tomelloso. «Me han felicitado mucho, y me emociona, porque siempre he trabajado detrás de los focos y de las cámaras, intentando hacerlo lo mejor posible», confiesa. Para ella, los tomelloseros son «humildes y trabajadores, muchos son agricultores que trabajan de sol a sol». A pocos días del acto de entrega, María Teresa admite estar nerviosa ante la idea de tener que pronunciar un discurso. «Todavía no quiero pensarlo, estoy súper nerviosa, pero es un honor, es que todavía no me lo creo», comenta entre risas. Sin embargo, más allá de sus nervios, lo que queda claro es el orgullo que siente por sus raíces y su trayectoria. «Mi vida ha sido muy sencilla, pero estoy agradecida por este reconocimiento», concluye.