Argamasilla de Alba se ha consolidado como epicentro de la formación musical en España con la culminación del XXII Curso Internacional de Dirección de Bandas de Música. Este viernes, en un acto previo a la clausura oficial, se han entregado los diplomas de participación a los once alumnos que han formado parte de esta edición, marcando el final de una semana intensa de aprendizaje y perfeccionamiento en el arte de la dirección musical.
La ceremonia de entrega de diplomas ha contado con la presencia del director del curso y compositor internacional, Ferrer Ferrán, junto a la alcaldesa de Argamasilla de Alba, Sonia González. Les han acompañado Clara Hilario, concejala de Juventud y Festejos, y Alfonso Sánchez-Rey, en representación de la Agrupación Musical Maestro Martín Díaz, organizadora del curso con la colaboración del Ayuntamiento y la Diputación Provincial de Ciudad Real. Sánchez Rey ha agradecido el compromiso continuo de estas instituciones con la promoción de la cultura, la música y este curso en particular.
En su intervención, la alcaldesa González ha expresado su gratitud a los participantes por su presencia y dedicación durante el curso. Les ha deseado que hayan aprovechado al máximo esta oportunidad de aprendizaje y que hayan disfrutado de su estancia en Argamasilla de Alba, conocida como "el lugar de la Mancha".
Argamasilla de Alba, epicentro de la formación musical - Foto: Rufino Pardo ValverdeUno de los alumnos ha tomado la palabra para agradecer la implicación de las instituciones en la promoción de este curso y de la música de banda en general. Ha destacado la iniciativa como un ejemplo a seguir por otros ayuntamientos e instituciones, reconociendo el valor de invertir en la formación musical.
Por su parte, Alfonso Sánchez-Rey ha agradecido la participación de los alumnos y la alumna de esta edición y destacado la fidelidad de cuatro alumnos que han repetido la experiencia de años anteriores, subrayando el atractivo y la calidad del curso. En su intervención, Sánchez-Rey ha evocado las palabras de Cervantes en el Quijote sobre el poder de la música para componer los ánimos descompuestos y aliviar los trabajos del espíritu. Ha subrayado la capacidad de la música para generar bienestar, abstraerse de las preocupaciones y buscar el equilibrio emocional, esperando que el curso haya servido a los participantes como un verdadero retiro musical.