Este lunes se celebró el Día Internacional de las víctimas del Holocausto que en la provincia de Ciudad Real tiene su reflejo en un proyecto iniciado hace tres años, pero que se ha quedado paralizado ante la falta de financiación. Se trata de Stolpersteine, adoquines de la memoria, y que son el mayor monumento mundial en recuerdo de aquellas personas que fueron asesinadas y sobrevivieron a los campos de concentración del nazismo. Una iniciativa de Mapas de la Memoria, la propuesta financiada por la Diputación Provincial con la UNED, y que se desarrolló durante años con un estudio de los ciudadrealeños que acabaron en campos alemanes, donde fueron deportados, y que en 2022 colocó sus primeros adoquines. La idea inicial era ubicar 104 de estas baldosas, donde se lee el nombre, la fecha de su exilio a Francia y su asesinato, a través de varias fases. El homenaje se elevó después a 150 ciudadrealeños, al incluir también a quienes sobrevivieron al exterminio. Solo se pudo completar una primera fase, explicó el coordinador de Mapas de la Memoria, Alfonso Villalta, que implicaba «colocar los adoquines o iniciar la petición de los adoquines de aquellos que habían sido asesinados». Cada piedra se solicita al creador de iniciativa, el artista alemán Gunter Demnig, quien suele acudir a cada inauguración.
Esto implica que el proyecto está realizado al «40%». Campo de Criptana, Arenales de San Gregorio, Ciudad Real y Miguelturra fueron los primeros en inaugurar sus Stolpersteine y luego se sumó Almagro, en 2023. Queda pendiente de esa fase colocar los homenajes en Alcázar de San Juan y Manzanares, que están ya aprobados. «No puedo decir una fecha, pero se podrá culminar», apuntó Villalta.
«El proyecto se ha quedado paralizado» por esa falta de presupuesto, al no renovarse el convenio entre el Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos con la Diputación, que comenzó en 2017 y que permitió exhumaciones, elaborar un mapa de fosas y poner nombres a todos los represaliados. El coordinador se puso a disposición de los ayuntamientos que tengan financiación para dar continuidad al proyecto de los adoquines. Por ejemplo, están en conversaciones con el Ayuntamiento de Valdepeñas donde hay 12 asesinados en campos de concentración en este municipio y se ubicarían doce de estos pequeños monumentos en su recuerdo. «Las localidades cuentan con nuestro apoyo y nuestra investigación, que se pone a su servicio para lo que necesiten».
El 60% de las víctimas del holocausto se queda sin su homenaje - Foto: Tomás Fernández de MoyaHay que tener en cuenta que las Stolpersteine se colocan en la acera, delante de la casa donde nació o vivió la víctima. Si estos datos no se conocen puede ser en el que fuera su lugar de trabajo. De ahí que haya una investigación previa en la que se ha trabajado para atender dónde colocar cada uno de estos adoquines de la memoria, para que coincidan en el punto exacto donde vivieron. En Ciudad Real hay víctimas en 43 municipios. Actualmente, hay más de 75.000 stolpersteines colocadas en más de 20 países, lo que convierte a esta iniciativa en el mayor monumento descentralizado del mundo.
Villalta señaló «la fuerza pedagógica de este proyecto», porque tiene un impacto entre los jóvenes. «Les llama mucho la atención que aquello que estudian en los libros de historia, aquello que ven de películas de Hollywood, tiene que ver con vecinos suyos, chavales que pasaron por las mismas calles, jugaron a la pelota en las mismas calles en las que ellos estuvieron jugando de pequeños, pero acabaron en uno de esos campos de concentración que se supone tan lejanos para ellos».