No cabe duda de que la gran sorpresa de este arranque en el Grupo XVIII de la Tercera RFEF es ver a la UD Socuéllamos penúltimo en la clasificación con solo un punto y aún sin haber estrenado su casillero de victorias. Es lógico pensar que esta posición actual debería ser anecdótica, pero eso hay que demostrarlo y para ello hay que empezar a reaccionar ya. Por ello, el partido que los de Jacinto Trillo afrontan en la matinal de este domingo, sin ser definitivo, obviamente, sí que llega cargado de cierto aroma a duelo decisivo. La cita es a las 12 horas en el Paquito Giménez, con el arbitraje de Alberto Pérez Sánchez.

Decisivo no por evitar el descenso, está claro, pero sí para no descolgarse más de un grupo de cabeza que está apretando el acelerador. Además, las sensaciones de juego no están siendo nada buenas y urge encontrar ese punto de inflexión que sólo dan las victorias, y si son en forma de alegría para la afición, mejor. Para ello, hay que mejorar un gran problema detectado en esta primeras cuatro jornadas, la falta de gol: dos tantos a favor son un escaso bagaje.

Y este domingo es el día para ello. La UD Socuéllamos, que encadena tres derrotas, la última en Cazalegas (1-0), recibe al Marchamalo, un rival que tampoco lo está pasando bien en este inicio liguero. Los gallardos, que perdían en casa ante el Villarrubia (0-1), encadenan un empate y dos derrotas y son decimoterceros con 3 puntos, dos más que los socuellaminos.

Visto lo visto, en esta jornada a la UD Socuéllamos solo le vale sumar esa primera victoria de la temporada que se le está resistiendo. Los de Jacinto no pueden esperar más si no quieren verse demasiado lejos de la pelea por el play off antes de tiempo. La reacción tiene que llegar ya.