Valdepeñas, ciudad conocida por sus viñedos y una rica historia cultural, también alberga un núcleo esencial para su seguridad y bienestar: la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil. Liderada por Javier Maroto Jiménez, jefe de la agrupación desde 1998, esta organización ejemplifica el espíritu de servicio y la resiliencia ante emergencias. Cuando no está liderando operaciones de emergencia, seguridad o simplemente ayudando en un partido de fútbol o en las fiestas valdepeñeras, Maroto trabaja como pastelero, aunque confiesa que su tiempo libre es escaso. «Protección Civil consume mucho, pero también aporta mucho», dice con una sonrisa.
Maroto comenzó su recorrido en Protección Civil en 1992, año en el que se creó la agrupación en Valdepeñas. Procedente de los grupos scouts locales, vio una oportunidad de aportar al bienestar colectivo. «Empezamos prácticamente sin ningún medio, desde cero, pero con mucha voluntad», relata. A lo largo de 32 años, ha escalado desde voluntario hasta jefe de la agrupación, acumulando experiencia y liderando «con pasión».
Su labor incluye coordinar a los 38 voluntarios actuales y supervisar la formación del personal, que para él «es la clave para dar un buen servicio». Lo hace en colaboración con la Dirección General de Protección Civil. Además, han jugado un papel clave en la implementación del Plan de Emergencia Municipal, asegurando que Valdepeñas esté preparada para enfrentar catástrofes. «Nuestra función no sólo se limita a las emergencias locales, sino también a colaborar en otras zonas en momentos de crisis», añade. La agrupación de voluntarios de Protección Civil Valdepeñas no es sólo un equipo de personas comprometidas, sino también una agrupación equipada para enfrentar desafíos de diversa índole. Dispone de una ambulancia de soporte vital básico, camiones de bomberos forestales, vehículos de intervención y dos hospitales de campaña. Estas herramientas han sido vitales en incidentes como el vuelco de un autobús en Santa Cruz de Mudela, los accidentes múltiples del pasado año o las inundaciones en Valencia tras la última DANA. «Fuimos de los primeros en llegar a zonas como Paiporta o Catarroja, tres días después de la riada, rescatando personas y estabilizando la situación», explica Maroto.
Voluntarios de Protección Civil en la zona inundada de Valencia. - Foto: LTTambién cuentan con unidades especializadas, como un equipo de drones pionero en España y rescate acuático, y mantiene protocolos específicos para inundaciones, dado el riesgo elevado que enfrenta Valdepeñas. «Estamos siempre alerta, especialmente en temporadas de lluvias intensas o tormentas de verano», añade.
Momentos duros.
La vida en Protección Civil está llena de desafíos, pero también de satisfacciones. Maroto recuerda especialmente los accidentes múltiples en la comarca, donde las decisiones rápidas y la preparación marcan la diferencia entre la vida y la muerte. «En los accidentes te das cuenta de lo frágil que es la vida. Es un impacto emocional enorme, pero también gratificante cuando logras salvar a alguien», reflexiona.
También menciona las inundaciones históricas en Valdepeñas, que vivió de niño, que dejaron 22 fallecidos, como un punto de inflexión personal. «Al estar en Valencia, volví a mi infancia y a la magnitud de aquellas catástrofes. Esas experiencias te enseñan que nunca se está lo suficientemente preparado». A pesar de su alto nivel operativo, la agrupación enfrenta desafíos importantes, como la falta de personal. «Necesitamos más voluntarios. La rotación de gente joven, que se marcha por estudios o trabajo, nos obliga a formar constantemente», explica Maroto. Su deseo para este año es aumentar la plantilla a 50 personas, un número ideal para un municipio como Valdepeñas. Además, subraya la importancia de la educación preventiva, ya que llevan a cabo campañas en colegios para enseñar a los niños cómo actuar en emergencias, como llamar al 112 o realizar primeros auxilios. «Es fundamental que desde pequeños sepan qué hacer. Hemos visto casos donde niños han salvado vidas gracias a estos conocimientos», señala.
Charla de formación a niños estas Navidades. - Foto: LTCon más de tres décadas de servicio, Javier Maroto y la Agrupación de Protección Civil de Valdepeñas quieren seguir creciendo, formándose «y estar donde se nos necesite».