«Nadie duda que una mujer maltratada es una víctima a ayudar»

M. E.
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El superintendente jefe repasa para La Tribuna el momento actual que vive un cuerpo que ha evolucionado en todos los aspectos y que, como subraya, se ha convertido en un aliado fiel de los ciudadrealeños, destacando su experiencia y su versatilidad

«Nadie duda que una mujer maltratada es una víctima a ayudar» - Foto: Rueda Villaverde

El pasado día 7 la Policía Local de Ciudad Real cumplió 175 años de servicio. Desde 1850, sus miembros han velado por la seguridad de los vecinos de la capital, en una labor que desde 1998 dirige y coordina Fernando Díaz-Rolando.

¿Cuál es la salud de la Policía Local en la actualidad? 

Goza de buena salud. La plantilla se está rejuveneciendo, aunque esto implica tiempo, pues nuestras oposiciones son duras y de mucha duración. Además, los agentes más antiguos, con un importante conocimiento del oficio, hacen de puente para que el conocimiento de la organización no se pierda. Pero también hay problemas que vamos resolviendo conforme podemos.

«Nadie duda que una mujer maltratada es una víctima a ayudar»«Nadie duda que una mujer maltratada es una víctima a ayudar» - Foto: Rueda Villaverde¿La plantilla está bien dimensionada? ¿Qué demandas, humanas o materiales, tiene? 

La plantilla está bien dimensionada. La distribución de efectivos viene determinada en las proporciones que fija la legislación autonómica de coordinación de policías. Sucede, sin embargo, que el ciudadano ha interiorizado que somos un servicio que está para todo lo que es competencia del Ayuntamiento, por ser un servicio permanente y, además, recurre a nosotros para denunciar delitos o, simplemente, demandar información. Recibimos decenas de miles de llamadas al año al 092.

Todo esto implica que haya que plantearse si las actuales dimensiones de la plantilla son suficientes desde el punto de vista operativo y para atender todas las demandas vecinales.

«Nadie duda que una mujer maltratada es una víctima a ayudar»«Nadie duda que una mujer maltratada es una víctima a ayudar» - Foto: Rueda Villaverde¿Cuál cree que es la mejor virtud de la Policía Local de la capital?

La experiencia. Conoce en profundidad la ciudad y sus necesidades. Y la eficacia: atendemos una urgencia en el casco urbano en poco más de tres minutos.

¿Cree que es un cuerpo cercano a la ciudadanía, que inspira seguridad antes que una amenaza de sanción o efecto de persuasión? 

Lo del policía que multa no es más que una simplificación. Si se revisa nuestra memoria de gestión, nuestro esfuerzo está destinado a la vigilancia, a informar al vecino y a respaldar el trabajo de todo el Ayuntamiento.

En cuanto a la multa como medio disuasivo, la pregunta está bien formulada: ¿Qué pasaría si cada uno estacionara donde quisiera, si diera el ruido que mejor le viniera en gana, si se cerraran los establecimientos cuando cada uno quisiera, si se ensuciara la ciudad sin consecuencias y si se circulara por la ciudad a 90 kilómetros por hora?

¿Qué tipo de servicios o actuaciones son las más frecuentes?

Ofrecer información al vecino, realizar controles de seguridad y la vigilancia de nuestras calles.

Durante estas fechas navideñas, desde el Ayuntamiento, se advirtió de un aumento de positivos al volante por consumo de drogas. ¿Existe una tendencia preocupante en este sentido en la capital?

Estamos apreciando un incremento llamativo. Tenemos que analizar el fenómeno con perspectiva, pero sí; no resulta normal lo que está pasando. Veremos si se mantiene la tendencia ahora que tendremos muchos más medios para reforzar los controles de drogas al volante.

¿A qué medios se refiere?

Más test de drogas.

El cambio de denominación de la Unidad de Violencia de Género por la más genérica Sección Atenea provocó mucho ruido político. ¿Qué efectos en la práctica va a suponer esta modificación hacia la atención a la mujer presunta víctima de malos tratos?

Ninguno. Lo hemos explicado muchas veces. En mi opinión, y recalco que esto es una opinión personal, lo que el teniente de alcalde hizo, al cambiar el nombre por la denominación 'Grupo Atenea', fue desvincular el servicio de una imagen de ideología de género, simplemente. Además, por otro lado, lo que explicó es razonable: nadie duda que una mujer maltratada es una víctima a ayudar y proteger, esto lo tenemos todos interiorizado, y más yo, que vivo en un entorno familiar con cinco mujeres, sin embargo, desde el punto de vista victimológico, no llevamos seguimiento o protegemos a alguien que, por ejemplo, ha sufrido un accidente de tráfico con doble fractura de fémur.

En ese sentido, lo que explicó el señor Chamorro es absolutamente inobjetable y lleno de sentido común. De ahí el proyecto de la Unidad de Victimología que él mencionaba.

Este 2025 ha empezado con la inesperada fiesta ilegal en los terrenos del aeropuerto. ¿Cómo se han vivido estos días en la Policía Local? ¿Qué ha supuesto para su actividad programada, durante fechas navideñas?

Las fiestas rave se basan en crear una burbuja de impunidad por acumulación de miles de personas que se concentran de golpe para oír música a niveles infernales, sin parar, y ejercer formas de vida alternativa. Más allá de las molestias que generan y el hecho de conducir a veces bajo los efectos de drogas, esta vez no han generado problemas. Pero el riesgo es potencial, porque cualquier conflicto en el interior de un grupo de miles de personas concentradas sin un orden y concierto establecido por la administración, se gestiona con dificultad extrema por parte de los policías. Para nosotros ha supuesto un problema organizativo añadido, pues ha coincidido con la Navidad, período del año con importantes dispositivos de seguridad que se han visto mermados en el número de efectivos.

¿Cómo es la relación de la Policía Local con otros cuerpos de seguridad como la Policía Nacional o la Guardia Civil?

Normal. O sea, muy buena desde hace años. A todos los niveles; las patrullas se coordinan de manera natural, las centrales de comunicaciones se llaman y se refuerzan mutuamente y los mandos se relacionan como compañeros que se tienen que ayudar.

Yo, personalmente, tengo más relación con el comisario principal     provincial de la Policía Nacional, porque compartimos demarcación. Es amigo, un magnífico profesional y un gran tipo. Con el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil mantengo relaciones de amistad derivadas de nuestro trabajo; el coronel Valle es un mando lleno de conocimiento, serenidad, firmeza e inteligencia y le auguro importantes éxitos.

La Policía Local de Ciudad Real es muy activa en redes sociales, ofreciendo información de los servicios realizados casi a diario. ¿Qué efecto se busca con ello? ¿Le ha conllevado alguna discrepancia con otros cuerpos de seguridad más discretos con los que ha compartido actuaciones? 

La modernización de la policía pasa por conjugar las patrullas a pie o a bordo de vehículos, la vigilancia presencial, o sea, la tradicional, con el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación. Todas las fuerzas de seguridad lo hacen; nosotros con nuestros vecinos y seguidores, todos, por ejemplo, en los telediarios. La seguridad empieza por la información que, además, es bidireccional. A través de las redes tenemos conocimiento de mucha información importante para la seguridad del vecindario.

El pasado mes de noviembre usted cumplía 26 años al frente de la Policía Local. ¿Qué balance hace de su trayectoria al frente del cuerpo? ¿Tiene ya horizonte definido un futuro traspaso de poderes, como lo hizo Antonio Vendrell con usted en 1998? 

Con Vendrell seguimos en contacto muy frecuente. Él ha sido también parte importante de un tramo de este largo recorrido de 175 años. 

El balance que realizo de mi jefatura, la más larga hasta ahora, es muy positivo, aunque no han faltado momentos de duras dificultades. Nunca he aprendido tanto como ejerciendo la jefatura del cuerpo y, además, la ciudad me ha retribuido para poder mantener a mi familia. He conocido personas de un nivel superior y he tenido la oportunidad de conocer a muchos jefes de policía local, que son funcionarios especiales en todos los sentidos. Repasando todos estos años, el balance es muy positivo, pero desde otra perspectiva me da vértigo.

El traspaso en el mando, como sucedió hace 26 años, será un proceso natural, porque se encuentra reglado por la ley. Será una entrega de testigo al funcionario de mayor categoría de los que queden tras mi marcha, lo que es una garantía de eficacia y seguridad. Los policías vamos y venimos, pero la Policía Local sigue siempre con la tradición de servicio de su carta fundacional, aunque adaptándose, a gran velocidad, al cambio acelerado de nuestra sociedad.