Aunque el Gobierno aprobó en diciembre un Real Decreto Ley en el que mantenía al menos hasta el mes de junio la aplicación del IVA del 0% por ser un producto de primera necesidad, si mañana jueves, al comprar el pan, comprueba que su precio ha subido, no se sorprenda. Algunos establecimientos de la provincia han optado por aplicar una sensible subida, unos cinco céntimos, a este alimento básico, tal y como ya hacían hace dos años. La razón no es otra que el continuo incremento de los costes de producción que tienen que afrontar las empresas del sector, que durante los últimos tiempos han tenido que lidiar contra la subida de materias primas como la harina, el azúcar y, sobre todo, el aceite, además de la factura de la luz.
Un panorama económico al que en este 2024 se suma el incremento del Salario Mínimo Interprofesional, cifrado en un 5%, lo que supondrá a las empresas un mayor gasto en personal. «Son muchos pocos», resume Pedro Mateos, empresario del sector de La Solana, que confiesa que estos dos últimos años ha intentado asumir ese aumento de los costes de producción sin repercutirlo a sus clientes, hasta que se ha visto obligado a ello.
Otros, como Panadería Lorca, en Valdepeñas, mantendrán los precios actuales por «responsabilidad moral» al tratarse de un bien de primera necesidad «que tiene que ser accesible a todo el mundo, y más en los tiempos difíciles», justifica Rafael Lorca.
Aunque el sector está representado en la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores del Pan de Ciudad Real (Afexpan), en aras de la libre competencia no existe una consigna común entre sus asociados, por lo que cada obrador y cada panadería y pastelería decidirá qué decisión toma. Algunos aplicarán ya en febrero una subida y otros aguantarán, aunque quizás no mucho más.