La calle Severo Ochoa está cambiando alrededor de 125 metros de su colector de recogida de aguas. Ha sido gracias a una subvención de la Diputación, que también ha permitido el arreglo del polideportivo cubierto del CEIP Sagrado Corazón. Para esta obra de saneamiento, se habían destinado 100.000 euros de presupuesto, pero el proceso de licitación ha permitido adjudicarla por solo 70.000 euros. Los 30.000 euros restantes serán destinados a arreglar el acerado de la citada calle. "La libre competencia y sacar correctamente las licitaciones permite abaratar los costes", ha declarado la alcaldesa en una visita a las obras.
Esta actuación tiene su origen en el deterioro de la red de saneamiento, que en muchas zonas está al final de su vida útil y necesita ser renovada. Y la elección de la calle Severo Ochoa obedece a que tiene un colector de solo 300 milímetros para recoger las aguas residuales y confluyen ramales de otras calles. "Cuando llueve, este colector entra en carga y empuja a las acometidas de las casas, con el riesgo de inundaciones que implica". Reveló que la propia empresa concesionaria, Aqualia, detectó este 'punto crítico' en su plan de saneamiento.
Los trabajos contemplan sustituir el colector actual, de 300 mm, por uno de 800 mm en el tramo que une los cruces de las calles Trafalgar y Numancia. La regidora quiso destacar la apertura de otra zanja entre calle Carrera y Numancia para reparar el bache que provocó la rotura de una acometida y que ha habido que reflotar. "El gasto lo ha asumido Aqualia", matizó.
Renovación de más tramos
Es de público conocimiento los recientes expedientes sancionadores que el Ayuntamiento abrió a Aqualia por mala praxis en determinados aspectos, aunque la regidora puso el acento en la necesidad de mantener una relación fluida con la concesionaria. Anunció que ya se ha planeado renovar más tramos, en este caso de la red de agua potable que todavía fluye por tuberías de fibrocemento."Tenemos previsto renovar los cruces de esta calle (Severo Ochoa) con las calles Numancia y Vara del Rey". Se cambiará el citado fibrocemento, prohibido desde el año 2006, aprovechando que la calle Severo Ochoa será asfaltada. La empresa adjudicataria hará la obra civil y Aqualia pondrá el material necesario y ejecutará la parte hidráulica, "sin coste alguno para las arcas municipales", subrayó.
La alcaldesa recordó que en La Solana todavía quedan unos 22 kilómetros con fibrocemento de los 111 kilómetros de red de abastecimiento, que se rompe en cuanto se añade presión. El plan de sustitución será progresivo, atendiendo al estado de cada calle. Confirmó que ya se ha actuado en 150 metros en la calle Jorge Manrique, 90 metros en la calle Gañanes, 500 metros en San Joaquín y 260 metros en Navas de Tolosa. "En menos de año y medio de mandato hemos cambiado un kilómetro de fibrocemento y ya estamos licitando un kilómetro más". Previamente, Aqualia verifica la presión y estanqueidad de cada tramo.
Cumplimiento del contrato
Preguntada por esa necesaria cooperación con Aqualia, a pesar del expediente anunciado, la alcaldesa fue taxativa: "No estoy contenta del todo porque queremos sacar el mayor rendimiento posible de la empresa a la que pagamos para que preste un servicio". Sin embargo, valoró positivamente la disposición del jefe de servicio "que cada vez que llamamos para alguna incidencia la respuesta es inmediata". Pero insistió en que el Ayuntamiento seguirá fiscalizando la labor de la concesionaria y "mirando el milímetro el cumplimiento del contrato". Un contrato que –recordó- se firmó para 35 años y aún quedan 15 años por cumplir. "No se trata de sancionar a nadie, sino de cumplir un contrato que hasta ahora no se estaba cumpliendo".