Las sentencias emitidas desde Europa por el TJUE y, en España, por el Tribunal Supremo (TS) han hecho aflorar miles de quejas de asuntos financieros presentadas al Banco de España a pesar de que no tiene competencia para declarar sobre la nulidad o carácter abusivo de los contratos hipotecarios y, en la mayoría de las situaciones, tampoco no admite la denuncia.

Así, durante la segunda mitad del año en curso se intensificaron hasta las 38.619 demandas, cerca del máximo histórico logrado en 2017 con 40.176 expedientes y con unas previsiones de alcanzar a cierre de este curso con unas 60.000.

En este sentido, el supervisor también avanzó en la Memoria de Reclamaciones 2022 que publicó ayer la tramitación de 33.191 requerimientos de clientes bancarios durante 2023, un 2,8% menos que en 2022 impulsados por las hipotecas, las cuentas corrientes y las tarjetas.

El dato de 2023, y desde 2014, estuvo impulsado por las sentencias sobre la reclamación de las cláusulas suelo consideradas abusivas. Es más, hasta agosto, ya han alcanzado las 45.000 solicitudes y superan las peticiones de 2017. 

Ante estas cifras, el Banco de España calculó que 2024 se cerrará con entre 50.000 y 60.000 denuncias. Las causas relacionadas con préstamos hipotecarios fueron las más numerosas en 2023, con 10.145 expedientes, el 30,6% del total, es decir, un 63,9% más con respecto al año anterior.

La memoria destacó también los casos de fraudes en los que el consumidor reconoció haber facilitado sus claves en una estafa. El 8% de las no admitidas se debió a aportar información incompleta, el 3,5% se remitieron a otros organismos, el 10% se dirigió a atención al cliente de los bancos y el 39% restante se inadmitieron completamente.

De todas las denuncias recibidas en 2023, las rectificaciones se acercaron al 80%, contando las de informes con pronunciamiento favorable al reclamante, allanamiento de la entidad o desistimiento del reclamante. Este porcentaje disminuyó frente al 83,7% en 2022. 

Por su parte, el peso de los expedientes resueltos a favor de las entidades españolas también alcanzaron máximos, si bien el final más frecuente se solucionó con pactos previos entre las partes.

 El importe devuelto por las entidades a sus clientes ascendió en 2023 hasta los 4,37 millones de euros, frente a los 6,02 millones del año anterior, un 37% menos. De media, el regulador financiero resaltó que el plazo de demora para responder las reclamaciones fue de 53 días.

El Banco de España precisó, además, que la regulación del procedimiento de reclamaciones no tiene entre sus finalidades ni el resarcimiento de los eventuales perjuicios económicos del reclamante ni el establecimiento de compensaciones por daños o perjuicios. Por esto, en la mayor parte de los casos, no se dispone de información ni de la cantidad concreta objeto de disputa que subyace a la reclamación ni tampoco de lo que podría haberse acordado entre las partes.

El organismo confirmó que únicamente recoge la información declarada por los clientes, sin que haya habido una comprobación posterior en el trámite del expediente. No obstante, el descenso se debió al menor número de demandas que han finalizado con allanamiento, desistimiento o informe final.

La mayoría de reclamaciones recibidas se concentraron en CaixaBank (9.474), BBVA (5.904) y Santander (3.763). Por detrás se situaron Unicaja (2.381), Sabadell (1.662), Bankinter (1.242), ING (1.197), Ibercaja (1.118), Abanca (946), Wizink (673), Kutxabank (673), Cajamar (536) y Deutsche Bank (337). Por provincias, el mayor número de denuncias remitidas se concentró en Madrid (24,2%), seguida de Barcelona (11,2%), Valencia (5,9%), Sevilla (4,4%), Alicante (3,4%) y Málaga (3,2%).