Ciudad Real celebra este 2024 tres centenarios de colegios públicos. Se trata de una coincidencia, fruto de una serie de acontecimientos, que trataron de solucionar el retraso con el que la capital empezó a disponer de edificios destinados a centros educativos. Por ejemplo, en 1909, Carrión de Calatrava ya tenía su escuela, mientras que en la capital la educación se impartía en espacios alquilados, con unas condiciones poco dignas para los alumnos de la época. Cruz Prado, Pérez Molina y Ferroviario son los tres centros que celebran un siglo de vida y Cruz Prado, San Antón como se le conoce, será el primero en hacerlo oficialmente, hoy, con un acto en el que recordará su historia en la facultad de Educación.
Con tanto centenario por delante, Vicente Palomares, antiguo secretario del Pérez Molina, se encuentra ultimando un libro que relata la historia de todos estos colegios. Una historia que arranca en 1912, cuando Miguel Pérez Molina, siendo alcalde, pidió acabar con esos espacios «insalubres» para los estudiantes. Planteó «escuelas decentes», con alumnos separados por cursos porque en aquellos espacios alquilados se «almacenaban» chicos de todas las edades. También se pidió una escuela de párvulos, donde además de educación, se les diera de comer, de ahí el sobrenombre de 'la cantina' para el colegio que luego llevó el nombre del alcalde, Pérez Molina.
Su sueño cayó en el olvido, hasta unos años después. En 1916, con la llegada al Ayuntamiento de José Cruz Prado se decidió retomar esos proyectos. La obra del primero de los colegios finalizó el 6 de enero de 1924. Aquel día de Reyes se inauguraron tres escuelas: en La Poblachuela, hoy perdida; la graduada mixta del Cruz Prado; y los párvulos de Pérez Molina. El Ferroviario se inauguró en septiembre de 1924.
Cruz Prado, 100 años de un colegio en construcción - Foto: Rueda VillaverdeUn edificio y tres obras
El Cruz Prado surgió como edificio cuando no había una normativa clara. Se hizo de una pésima calidad, por lo que, al poco tiempo, empezaron a surgir problemas arquitectónicos. De hecho, cada poco se tenían que parar las clases ante el peligro que presentaba sus instalaciones. «Un auténtico desastre» que llegó a salir en prensa nacional de la época. El Avisador Numantino decía que en Soria aún no tenían escuelas, pero claro, «las de Ciudad Real se están hundiendo recién estrenadas y para hacer eso nos quedamos quietos», explicó Palomares, que ha hallado ese recorte.
Entonces, con José Maestro, ya en la década de los 30, se «reparó en condiciones». Se arregló el Cruz Prado y se hizo un segundo colegio graduado, el actual Carlos Eraña, para aliviar la carga de estudiantes. «En el Cruz Prado tenían clases hasta los pasillos».
Después, en la Guerra Civil, el edificio del Cruz Prado fue usado por los milicianos y se deterioró, por lo que en 1967 se optó por construir un nuevo edificio. Un gran centro que llegó a albergar a 859 alumnos en 1972, lo que muestra la importancia que tuvo este colegio en la capital. Con la llegada de la Logse y la desaparición de séptimo y octavo, se optó por construir un nuevo colegio, el tercer edificio, el actual. Fue inaugurado en 2010, aunque terminado hace apenas unos meses, cuando se construyó el gimnasio. De ahí que, pese a llevar un siglo de vida, ha estado casi todo el tiempo en construcción.
Cruz Prado, 100 años de un colegio en construcción - Foto: Rueda VillaverdeEsta situación provoca que, pese a la larga historia del centro, apenas quede nada en sus archivos, que «obra tras obra» se va perdiendo, explicó el director del centro, Antonio Cuchillero. Lo más curioso, relata Palomares, es «el libro de actas» fechado en 1934, que es el más antiguo de todos los encontrados en la capital. Se trata de un documento «donde se explica las cosas que hacían los maestros». Se habla de aquella educación en la que «se insiste mucho en el orden, en la puntualidad, en el respeto, en la disciplina y en la religión».
«Un colegio que dure 100 años con las vivencias que ha tenido a lo largo de la historia, que ha pasado una guerra para mí, eso es una satisfacción que haya llegado hasta hoy», indicó el director del centro, nombrado en 2023. Recordó la importancia de celebrar ese centenario con la obra culminada, con el pabellón ya abierto y con los jóvenes jugando en su interior.
El director planteó una situación de época «de plata» en la actualidad, tras unos años en los que se llegó a hablar incluso de su desaparición. «El Cruz Prado fue un colegio pensado para doble línea y al final vamos a ir a una línea», señaló, debido a la caída de la natalidad. De hecho, en la actualidad solo cuenta con dos clases en cuarto, quinto y sexto, y una línea en los demás cursos. La competencia con otros centros le llevó a perder alumnos, fruto de ser durante algunos cursos el único sin comedor ni pabellón. Luego llegó la posibilidad de comer en el centro y ahora, también, la de hacer deporte los días de lluvia y de frío.
Una de las aulas del centro. - Foto: Rueda VillaverdeCon todo, el director recordó que tras un siglo, el centro muestra su historia educativa con muchas propuestas y que pasan por iniciativas como «implicar a las familias» en la educación, un elemento clave en su manera de impartir clase en la actualidad. «Nos gusta que las familias vengan y colaboren». De hecho, hay propuestas como el huerto urbano y otras iniciativas en las que participan. «Este colegio, en estos últimos años, es muy diverso», indicó el director, afirmando que el centro se ha convertido en «un referente en materia de inclusión en Ciudad Real», mostrando esa capacidad de adaptación a los tiempos que ha tenido siempre y que le lleva a albergar 222 estudiantes en la actualidad.
Un alumno de 82 años
Para contar este siglo de historia, el colegio ha logrado encontrar a un alumno con casi tanta edad como el centro, Carlos Ontiveros, de 82 años, residente en Madrid. «No va a ser un acto en el que participen los alumnos actuales porque queríamos que asistiesen las autoridades», explicó Antonio Cuchillero, quien avanzó un curso que estará marcado por el centenario, en el que cada actividad tratará de vincularse a los 100 años del colegio.
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A este sentido homenaje se sumará una exposición con los objetos que forman parte del Museo Etnográfico de Porzuna, que cuenta con una recreación de un aula de escuela de mediados de siglo XX, que recorrerá varios de los colegios que cumplen 100 años.