Rafael Fernández del Hierro lleva 37 años ejerciendo como bombero. Actualmente, es el jefe del parque de Alcázar de San Juan y ayer estuvo en el lugar del accidente como jefe de día del Operativo de Emergencia de Ciudad Real. Asegura que «este tipo de situaciones sobrepasan porque superan las capacidades de actuación». «Cuando llegas a accidentes de esta envergadura no sabes por dónde empezar. Los primeros momentos son algo caóticos, pero al instante haces un triaje de la situación y vas priorizando dónde ir trabajando en equipo», comentó en declaraciones a La Tribuna.
Asegura que el operativo estuvo «muy bien coordinado y con los medios suficientes», aunque reconoce que la emergencia fue bastante «compleja» debido al «volumen y la accesibilidad». «Había mucha gente, mucho ruido y todo estaba hecho un amasijo. Llegar al lugar del accidente ha sido complicado», declara. «No se podía llegar fácilmente. Lo normal es que te encuentres un accidente de tráfico en una carretera en la que la mayoría de las veces puedes llegar perfectamente, sin dificultad», argumenta.
«No hay segundos para el bloqueo. No nos podemos quedar colapsados», insiste para recordar que son muchos los momentos duros que ha vivido todos estos años como bombero, aunque ayer su cargo como jefe de día del Operativo de Ciudad Real le llevó al lugar de los hechos para conocer «la situación y decidir aspectos como otras posibles actuaciones dentro de lo que era el accidente», que, insiste, «fue especialmente complejo por el volumen y la accesibilidad de nuestros vehículos».
Sobre las tareas de rescate, Fernández del Hierro señala que «salvo un par de camiones, que han sido más o menos complejas, el resto ha sido normal dentro de la dificultad. Ha sido un accidente muy aparatoso».