Uno de los sanitarios que participó en el dispositivo aseguró que cuando llegaron al lugar del accidente «la situación era dantesca. Lo cierto es que ves imágenes muy feas, pero a la vez debes controlar tus emociones para poder desarrollar bien tu trabajo. Actuar en una situación así es algo a lo que no te acostumbras, pero debes aparcar tus emociones, lo que no quiere decir que no empatices con los heridos», relató.
En casos como estos con tantas personas y vehículos implicados, considera que lo fundamental es organizarse bien. «Hay que explicar al centro coordinador cuáles son las necesidades reales que hay a pie de campo. En función de las lesiones de cada uno hay que decidir dónde se le traslada, cómo, quién, con qué urgencia… Por ejemplo, dos personas que sufren una misma lesión no las puedes derivar a un mismo centro. Son momentos de mucha tensión, pero lo principal es organizarse para tomar bien esas decisiones», continúa.
Llegar al lugar del suceso no fue nada fácil, tanto por la niebla que impedía la visibilidad a esa hora de la mañana como por la cantidad de vehículos implicados y ahí quiere destacar también la labor del 112, «que en muy poco tiempo recibió muchísimas llamadas, ya que fueron tres accidentes en poco tiempo y lo primero era aclarar dónde había que ir y con qué recursos».
En su caso son muchos años de experiencia actuando en estas situaciones y reitera que la clave es organizarse y soportar bien los momentos de estrés, estableciendo prioridades para determinar bien las necesidades de cada herido.