Las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias, Asaja, COAG y UPA, acordaron este martes retomar el calendario de movilizaciones para reclamar un «ambicioso» plan de choque que recoja medidas tanto a nivel de la Unión Europea como del Gobierno de España y de las distintas comunidades autónomas. En los próximos días concretarán la hoja de ruta a seguir, pero los actos de protesta, en principio, se desarrollarán en el ámbito más regional.

Así lo confirma a La Tribuna el secretario provincial de Asaja, Florencio Rodríguez, que hizo hincapié en que «el campo español tiene que dejarse de batallas aisladas y buscar la unidad para defender los intereses de todos los agricultores y ganaderos». Asegura que el sector atraviesa una situación de «crispación absoluta», y echa en falta el respaldo de las distintas administraciones. «En países como Francia y Alemania, el campo cuenta con el respaldo de las autoridades políticas y en España es al revés, encontramos poco apoyo cuando expresamos nuestras reivindicaciones y pedimos soluciones».

Reivindicaciones. Las organizaciones agrarias explican que el sector en Europa y en España está sumido en una frustración y malestar creciente debido a «las difíciles condiciones y asfixiante burocracia que generan las normativas» de Bruselas. Frente a los acuerdos de libre comercio con terceros países, Asaja, COAG y UPA reclaman la paralización de las negociaciones de acuerdos como del Mercosur, la no ratificación del acuerdo con Nueva Zelanda y que se paralicen las negociaciones con Chile, Kenia, México, India y Australia, además de un mayor control en la frontera con Marruecos para garantizar que los productos agrícolas marroquíes importados cumplen con las normativas internas de la UE y las cantidades arancelarias establecidas.

Asimismo, las organizaciones agrarias exigen una flexibilización y simplificación de la actual PAC; la modificación y ampliación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, para prohibir las prácticas desleales para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción; soluciones inmediatas para abordar las problemáticas relacionadas con la sequía y la Guerra en Ucrania; una Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) más activa; una simplificación de los trámites burocráticos que ahogan a los profesionales del campo; una política de sanidad animal coordinada, seria y coherente; recuperar un presupuesto reforzado para los seguros agrarios; y un reforzamiento real de los mecanismos de incorporación de jóvenes para propiciar el relevo generacional.