Lo vieron y disfrutaron de ello los cerca de dos millares de aficionados que se dieron cita en el Quijote Arena, y también lo reconocía su entrenador al final del partido. El BM Caserío rozó la perfección en su aplastante victoria frente al Antequera por 27-18. Sobre todo, su rendimiento defensivo resultó extraordinario, y eso que el jefe de la retaguardia, Juan Lumbreras, no pudo salir a la pista por lesión.
"El equipo ha estado muy bien defensivamente. Con las bajas que teníamos y la dificultad del rival, sabíamos que iba a ser importante defender bien y dar todos un punto más, y desde que estoy entrenando al Caserío creo que es el partido más perfecto en defensa que hemos hecho", decía feliz Santiago Urdiales, que ponía en valor el paso más que se da en el camino de su objetivo: "Son dos puntos más y otro rival que dejamos a nueve puntos, así que a disfrutarlo y a pensar en la Copa del Rey y en el partido contra el Atlético Valladolid, y después a pensar en la visita a Zamora".
El técnico santanderino insistía en que "las cuatro bajas que teníamos (Lumbreras, Nico Barceló, Martín Santano y Nico Ayúcar, más la temprana descalificación de Paco Ruiz) nos condicionaban mucho, pero ahí es cuando se ha visto lo mejor del equipo, sobre todo con la baja de Lumbreras, que nos obligaba a multiplicarnos todos y el equipo lo ha hecho. Cuando este equipo lo da todo en defensa se pueden hacer cosas muy bonitas. Creo que ha sido el día perfecto, porque cuando defiendes así, te permite atacar tranquilo, y es lo que ha ocurrido".
Sobre la cercanía del liderato, que se ha puesto a dos puntos tras los tropiezos de Burgos y Guadalajara, Urdiales lanzaba una reflexión: "No podemos mirar abajo cuando perdemos y mirar arriba cuando ganamos. Hay que mirar al Zamora y ojalá nos podamos mantener todo el tiempo posible ahí arriba. La gente puede soñar y los jugadores también, pero nosotros vamos a pensar en trabajar. Siempre hay que mirar al frente y al próximo rival".