La delegada del Gobierno de Castilla-La Mancha en la región, Milagros Tolón, acaba de dar los últimos datos disponibles sobre la aparición de cuatro cadáveres en una vivienda de la cuesta de Santa Leocadia. Todo apunta a que la muerte se debió a una mala combustión de una estufa de butano, que se halló en uno de los dormitorios. La estufa seguía con el interruptor encendido, aunque ya no había llama al haberse consumido el gas.
Los cadáveres aparecieron en tres dormitorios distintos. Había dos varones en sendas habitaciones inviduales y un varón y una mujer en otra alcoba. La estufa estaba en el dormitorio de uno de los hombres, siendo el cadáver que presentaba signos de un mayor avance de descomposición. Tolón ha precisado que eran inquilinos de la vivienda, que se encontraba subarrendada, de forma que cada uno tenía en alquiler su habitación, como se ha comprobado también con el detalle de que cada cuarto contaba con su candado. Además en la vivienda había una cocina, un comedor y un patio interior por el que entraron los bomberos para tener acceso a la vivienda.
La delegada ha apuntado que la última vez que se les vio con vida fue el pasado viernes 15 de marzo.
Tolón precisó que fue ayer a las 19:20 cuando el 112 dio aviso de la solicitud de auxilio de la amiga de uno de los fallecidos, que estaba preocupada ante su ausencia. Confirmó que en el registro de la vivienda no se detectaron signos que indicaran alguna situación de violencia, al igual que tampoco se hallaron en los cadáveres. Con todo, recuerda que faltan por conocer los resultados de la autopsia.
No han podido ofrecer datos para identificar a las víctimas, ni en cuanto a su edad o nacionalidad. "Se está a la espera de la autopsia y también de la identificación de los fallecidos", señaló, "es lo que tenemos hasta ahora".