La selección española de balonmano disputa este miércoles a las 9.30 horas el cruce de cuartos de final ante Egipto. Un duelo con cierto aroma manchego, pues si en los 'Hispanos' está el ciudadrealeño Miguel Sánchez-Migallón, en el combinado egipcio figura el puertollanero Jesús Rivilla como integrante del cuerpo técnico que lidera el vallisoletano Juan Carlos Pastor.

Mejorar a medida que avanza la competición, esa era la apuesta de Jordi Ribera con los 'Hispanos' en los Juegos de París, a los que llegó con una trayectoria dubitativa y una mezcla de experiencia y juventud que precisaba tiempo.

España superó la fase previa en el último suspiro y con un tanto postrero de Aleix Gómez sobre la bocina contra Croacia evitó a Dinamarca, la campeona del mundo, considerada de forma generalizada como la máxima favorita por plantilla y momento de forma.

Ahora será la Egipto de un viejo conocido, Juan Carlos Pastor, quien ponga a prueba el proyecto, quien determine si España ha logrado conjuntar las piezas necesarias para optar a medallas o si le proyecto necesita todavía de más tiempo.

En ese sentido, Ribera siempre ha sido claro, no cuenta con un equipo fiable al cien por cien, pero sí con una base de alta calidad y mucha entrega que puede dar resultados visibles.

Ribera pone como ejemplo su eje central, clave en la estrategia defensiva de España, que cuenta con tres hombres que viven su primera gran competición, Miguel Sánchez-Migallon, Javier Rodríguez y Abel Serdio.

"La defensa central es el eje importante de la estrategia defensiva", apunta el seleccionador, que ha visto una mejoría progresiva que todavía tiene margen de mejora.

Enfrente encontrarán un Egipto aguerrido, un equipo muy físico que ha demostrado un avance importante de la mano de Juan Carlos Pastor, que lleva un año al frente de los faraones siguiendo la estela de otros técnicos españoles, el último de ellos Roberto García Parrondo, que les condujo al cuarto puesto en Tokio, su mejor participación olímpica.

"Es un equipo que ha crecido mucho en los últimos años, muy físico, con un montón de jugadores que están en los mejores equipos de las ligas europeas", analiza Ribera, que recuerda que solo han perdido contra Dinamarca en la fase previa.

"Es un equipo bien trabajado, están haciendo un balonmano muy dinámico, con una gran defensa y un portero que lo está haciendo muy bien y saben sufrir para sacar adelante los partidos", analizó Alex Dujshevaev.

Para el jugador, el hecho de que el seleccionador egipcio conozca bien a España puede ser un factor importante.

"Seguro que Juan Carlos va a preparar algo especial contra nosotros, es un gran entrenador que está haciendo un trabajo muy bueno y sacando un gran rendimiento de los jugadores", señaló.

Entre el resto de los emparejamientos destaca el Alemania-Francia, después de que los defensores del título y anfitriones superaran por los pelos la fase de grupo.

Habrá que comprobar si el ambiente ensordecedor de Lille, un espacio mucho más grande, con capacidad para 15.000 espectadores, puede elevar el nivel de la generación de Nikola Karabatic, que vive su última competición internacional.

Dinamarca se medirá finalmente contra una aguerrida Suecia, que ha demostrado gran nivel, pero que tendrá que ver si es suficiente frente a la campeona del mundo.

El último partido medirá a Noruega contra Eslovenia, otro duelo equilibrado en uno de los torneos más abiertos que se recuerda en unos Juegos Olímpicos.