Una encuesta analiza el conflicto entre el lobo y la ganadería

EFE
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Investigadores de los Grupos de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre y de Ecología y Gestión de Fauna Silvestre del IREC han lanzado para ahondar en el análisis en el conflicto de gestión de la ganadería y los ataques de depredadores

Una encuesta analiza el conflicto entre el lobo y la ganadería

 Investigadores de los Grupos de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre y de Ecología y Gestión de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) han lanzado para ahondar en el análisis en el conflicto de gestión de la ganadería y los ataques de depredadores como el lobo.

La encuesta forma parte del trabajo de investigación que realiza desde años con el objetivo de desarrollar herramientas, basadas en la aversión condicionada, para reducir los conflictos generados por el impacto de ciertos depredadores sobre presas de interés para las actividades humanas, como son las especies cinegéticas o el ganado, según han dado a conocer en sus redes sociales.

La aversión condicionada consiste en generar en un animal un rechazo hacia un tipo específico de alimento a raíz de un encuentro puntual con dicho alimento que le genera algún tipo de malestar intenso y breve, que motivará que en encuentros posteriores con dicho alimento, el animal, de forma totalmente inconsciente, rechace su consumo como resultado de la experiencia negativa previa.

Esta reacción negativa se puede generar en un depredador de forma experimental, mediante el uso de una sustancia química en la presa que produzca un efecto adverso desagradable en el depredador, generalmente de tipo digestivo, de modo que éste aprende a rechazar esta presa en encuentros posteriores al relacionar su sabor u olor con el malestar producido por el alimento que le genera aversión.

De esta forma, explican los científicos, la aversión condicionada se puede emplear como una herramienta para reducir el consumo de determinadas presas o alimentos por parte de los depredadores, como puede ser el ganado y reducir así el conflicto generado entre la conservación de los depredadores y actividades como la ganadería o la caza.

De hecho, los investigadores del IREC ya han aplicado con éxito la aversión condicionada para reducir la depredación de nidos de perdiz roja y de conejos de monte en repoblaciones.

También han comprobado la efectividad de la aversión condicionada para generar rechazo a un tipo de alimento en lobos en cautividad.