Cuando las manillas del reloj marcaban las doce en punto, las puertas del Colegio Salesiano Hermano Gárate abrían sus puertas. El silencio era roto solo por las órdenes del capataz. Era el instante en el que la Hermandad de las Palmas inauguraba de manera oficial la Semana Santa con la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, popularmente conocida como La Borriquilla, llevado a costal por 40 personas, quienes de rodillas sacaron el Misterio del centro educativo ante la atenta mirada de las cientos de personas que se congregaron en la calle Ramírez Arellano. Tras él, el Niño de la Paz portado a un hombro por el grupo joven de la hermandad.    

Minutos antes, la alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, protagonizó otro de los momentos más emotivos concediendo por primera vez a la Hermandad la venia para realizar la Estación de Penitencia de este año por las calles de la ciudad e inaugurar así la Semana de Pasión. Un acto cargado de simbolismo y que contó también con la presencia de la presidenta de la Asociación de Cofradías, Yolanda Gómez, y de la Policía Local, en representación de todos los servicios que se ponen en funcionamiento para la Semana Grande. 

Era una de las novedades de este año en el que la Hermandad también quiso realizar, por segundo año consecutivo, el tramo de la calle Paloma sin ruido por las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Entre los estrenos, «el bordado del escudo de la hermandad en el faldón delantero, donado por la Asociación Musical Nuestro Padre Jesús Redentor (Moral de Calatrava)», comenta el hermano mayor José Manuel Moreno. Además de la crestería de madera para la canastilla del paso, obra de Alberto Fernández, de Villarrubia de los Ojos. 

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