Alcazareño de nacimiento, Hugo de la Riva lleva siempre en su corazón a Alcázar de San Juan, donde reside actualmente. Desde muy pequeño, ya empezó a interesarse por el mundo del cine y de las artes plásticas hasta que empezó a dedicarse de manera más profesional a esta profesión especializándose como técnico superior en imagen, profesión que le ha llevado a cosechar importantes premios nacionales e internacionales, pero también a vivir momentos únicos como su candidatura a la nominación de los Goya con su trabajo Mañana volveré, el último proyecto que firma como guionista, director y productor. Una historia que nace de su propia vivencia personal tras la muerte de su abuela en 2018. «Un nieto vela el cuerpo de su abuela en el tanatorio de Alcázar y ésta se levanta del ataúd para pasar una última noche juntos». Es la sipnosis de un cortometraje en el que se mezclan varios géneros, con alguna pincelada de terror y que se ha quedado a las puertas de ser nominado a los Goya, los galardones otorgados de forma anual por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
Es la primera vez que su trabajo ha formado parte de esa candidatura, aunque finalmente no ha sido posible su nominación. «No era un objetivo, pues el propósito final es el de contar historias al público y en ese camino me siento muy afortunado y agradecido porque el trabajo Mañana volveré lleva cosechado una veintena de premios y más de cuarenta selecciones en festivales. Esta candidatura ha sido como un logro desbloqueado que todavía no se había conseguido y que me ha hecho mucha ilusión», declara De la Riva. «Nunca se planteó como un objetivo. En el equipo nunca se ha diseñado un cortometraje para conseguirlo, pero eso nos ha llevado a codearnos con los grandes cortometrajes del país. Pertenecer a esa lista ha sido todo un honor. Ha sido una recompensa», argumenta en declaraciones a La Tribuna.
Con 38 años, reconoce que iniciarse en este mundo es «bastante accesible», aunque matiza que lo difícil es mantenerse. «En cada proyecto, por fortuna, vamos avanzando en profesionalización y en número de compañeros. Es un camino difícil, pero como en cualquier arte», señala. A pesar de las difíciles y vicisitudes, tiene en ciernes otros dos proyectos en los que figura como productor y que se estrenarán en los años 2024 y 2025. Diferentes trabajos que se han grabado en su totalidad en Castilla-La Mancha. «Todo lo que he grabado, dirigido y producido se ha hecho en su mayoría la región, especialmente en Alcázar de San Juan, excepto un cortometraje que se hizo en Los Ángeles», apunta con satisfacción.
«Cuento lo que vivo, hablo de lo que me rodea y todas las historias quedan impregnadas de esa esencia de Alcázar de San Juan con esos juegos de barrio», comenta con satisfacción para señalar después que tras haber estado tan cerca de la nominación confía en que llegue en un futuro. «En este sector hay mucho de hacer ruido y de ser visible, y la única manera es teniendo producciones y que se hablen de ellas y se conozcan. La experiencia que hemos adquirido en todo este camino nos ayudará a hilar más fino. De momento, tiene la mirada puesta en sus próximos trabajos, donde estará también muy presente ese lugar en el que ha crecido, Alcázar de San Juan, y que «intento transmitir siempre en los trabajos que voy haciendo», concluye.