El desafío de la caza menor en la región

J.M.Beldad
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Agustín Rabadán expresa su preocupación por la necesidad de agilizar ciertos cambios legislativos que afectan a la caza

Agustín Rabadán, presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha - Foto: LT

Agustín Rabadán, presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, señala la relevancia de la Feria Nacional de la Caza, Pesca y Turismo (Fercatur) como un espacio clave para visibilizar y promover la caza entre los jóvenes y las mujeres. «Fercatur es un referente en las ferias de caza de toda España y somos conscientes de la importancia que tiene», afirma Rabadán.

Este año, destaca la incorporación y consolidación de Jocamancha (Asociación de Jóvenes Cazadores de Castilla-La Mancha), que ha participado activamente en la feria con su propio stand y actividades destinadas a introducir a los más jóvenes en el mundo cinegético. Cree que estas actividades, como un simulador de tiro y talleres de pintura de camisetas, buscan que los niños tengan un primer contacto con la caza de una forma lúdica y educativa.

«Tenemos mucha ilusión en este proyecto, en que la gente joven se incorpore, en que las mujeres se sumen a las actividades cinegéticas», expresa, subrayando la creciente participación de mujeres y jóvenes en la caza, una realidad que Fercatur pretende seguir impulsando. También comenta que la caza mayor en Castilla-La Mancha se encuentra en expansión.

«El jabalí está colonizando toda la región», apunta, mientras destaca el incremento de otras especies como los cérvidos y el corzo en áreas donde antes no existían. Sin embargo, la situación es distinta para la caza menor, donde se enfrentan «la cara y la cruz». Asegura que especies como la perdiz silvestre están en declive debido a la agricultura intensiva y al aumento de depredadores, como el meloncillo. «Tenemos que actuar ya para poder controlarlo», comenta, subrayando la necesidad de decisiones rápidas para proteger estas especies.

Además, señala que las especies migratorias, como la paloma torcaz, han tenido un «año irregular» debido a factores climáticos y la necesidad de tranquilidad y recursos en sus hábitats. Sin embargo, destaca un aumento en la población de tórtolas, resultado de los esfuerzos de los cazadores en mejorar el hábitat y en la moratoria de caza que se mantiene por tercer año consecutivo.

Rabadán expresa su preocupación por la necesidad de agilizar ciertos cambios legislativos que afectan a la caza. Aunque reconoce que «las modificaciones legislativas llevan tiempo», afirma que hay medidas que pueden implementarse de manera más rápida a través de instrucciones de la Dirección General o cambios en los reglamentos. Por otro lado, resalta la importancia de un mayor apoyo económico a las sociedades de cazadores locales que gestionan los daños a la agricultura, especialmente en el caso del jabalí y el conejo.

«Son los cazadores y las sociedades locales los que están poniendo su tiempo y su dinero en el control de daños», señala Rabadán, quien pide «alguna línea de ayudas para estas entidades», aunque reconoce que actualmente «hay sintonía» con la Administración.