La Audiencia cree a la menor y condena a su agresor sexual

M. E.
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El acusado deberá cumplir cuatro años en la cárcel, de los que ya ha pasado uno

La Audiencia cree a la menor y condena a su agresor sexual - Foto: Rueda Villaverde

La Audiencia Provincial de Ciudad Real no ha dudado de la declaración de la menor, que entonces tenía 16 años de edad, y ha condenado a J. T. C. a cuatro años de prisión como autor de un delito de agresión sexual,  pero rebajando de manera sustancial las peticiones de las dos acusaciones, que eran de ocho y seis años de cárcel. Cuatro años de los que ya habría cumplido más de uno, pues se encuentra en prisión provisional desde el 1 de diciembre de 2023 por esta causa. Además, no podrá aproximarse a la víctima, vecina suya en la capital, a menos de 500 metros ni comunicares con ella durante un periodo de nueve años, y la deberá indemnizar con 6.000 euros. Por otro lado, cuando salga de prisión, estará sometido a libertad vigilada durante cinco años, esto es, no podrá volver a delinquir si no quiere volver a ingresar en un centro penitenciario. La defensa, que pedía su libre absolución al argumentar que las relaciones sexuales fueron consentidas, ya ha presentado recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.

Porque el ya condenado, de 37 años, siempre ha sostenido que las relaciones fueron consentidas. Una versión que chocó durante el juicio con la versión de ella, que denunció lo ocurrido al día siguiente afirmando que él la violó en el asiento de atrás de su vehículo, en un descampado en el término municipal de Miguelturra. El Tribunal considera creíble la declaración de ella, «corroborada periféricamente con el resto de las pruebas testificales y documentales practicadas», reza la sentencia, a la que ha tenido acceso La Tribuna. Una declaración en la que ella fue «persistente en la incriminación, coherente y sin contradicciones en el hecho nuclear, no concurre incredibilidad subjetiva y su testimonio viene corroborado de forma suficiente por otros elementos probatorios», según la redacción textual del fallo judicial.

De este modo, la Audiencia da la razón a las acusaciones, pero fijando la pena de cárcel en un periodo inferior a lo solicitado por la Fiscalía (ocho años) y la acusación particular (seis). Según la sentencia, queda probado que agresor y víctima se encontraron y se intercambiaron los teléfonos, quedando para verse después. En torno a las 20.15 horas, él la recogió en su coche en la plaza San Francisco y se dirigieron al descampado, donde comenzaron a hablar. El procesado empezó a besar y tocar a la menor, a lo que ella se negó. Después, la invitó a pasar a los asientos traseros del vehículo, pero ella insistió en que «se sentía incómoda, que había tenido muchos traumas y que no le apetecía», pero él siguió bajándole las prendas que llevaba puestas y acabó penetrándola vaginalmente sin usar preservativo. La menor pensó que el acusado le iba a hacer daño, y finalmente, regresaron a Ciudad Real a las 21.30 horas. 

La joven contó lo ocurrido ese mismo día, un viernes, en la vivienda tutelada en la que vivía, y pasado el fin de semana, el lunes se activaba el protocolo de agresión sexual. Envió un mensaje a su educadora escribiendo «estoy fatal, muy mal, me quiero morir, no sé qué hacer, no creo que vuelva a casa». Finalmente, regresaba a la vivienda tutelada y el lunes se formulaba la denuncia.