El Ministerio de Política Territorial invertirá 2,1 millones de euros en la reforma integral de la sede de la Subdelegación del Gobierno, actuaciones con las que se pretende mejorar «al menos una letra la calificación energética del edificio y justificar una reducción mínima del 30 por ciento del consumo de energía primaria en los sistemas afectados por la actuación» y, de paso, actualizar un edificio «que se ha quedado anticuado en relación a varios asuntos de especial relevancia, como son la protección contra incendios y la accesibilidad».
El Ministerio que hasta la pasada legislatura estuvo en manos de la ciudadrealeña Isabel Rodríguez y ahora depende de Ángel Víctor Torres, plantea una rehabilitación «integral» del edificio, manteniendo los elementos tipológicos, formales y estructurales que definen el inmueble «dándole su singular relevancia dentro del tejido urbano de Ciudad Real, adecuándolo para su nuevo uso», al mismo tiempo que se preservan «estas características y potenciarlas con medidas como, por ejemplo, la nueva iluminación ornamental».
Así, el proyecto incluye la instalación de iluminación ornamental con un sistema LED que tiene un sistema de control que permitirá cambiar el color de la fachada. «El objetivo de este sistema de iluminación es que se pueda utilizar de forma simbólica en días puntuales en los que un color tenga un significado en especial, por ejemplo el color rosa para reivindicar el día de la lucha contra el cáncer de mama». El sistema proyectado será «eficiente energéticamente para que el gasto de la iluminación sea mínimo», se indica en el documento de reforma.
El plazo de ejecución es de 12 meses y la fecha estimada de inicio de la obra es el 1 de mayo. Las obras estarán financiadas con fondos procedentes del Instrumento Europeo de Recuperación Next Generation EU y se pretende, por ejemplo, acabar con las filtraciones de agua que se han detectado en algunas zonas cuando llueve, habilitar espacios ahora sin uso para almacén, eliminar el cableado de la fachada existente y mejorar las instalaciones de suministro de agua, «deficientes y con pérdidas de presión» en la actualidad, entre otras actuaciones.
La obra, según el proyecto al que ha tenido acceso La Tribuna, se realizará en dos fases para que el edificio pueda seguir desempeñando las funciones. En la fase 1 se van a desarrollar los trabajos del ala este y en la fase 2 los del ala oeste. De esta manera, en función de la fase, el personal se reubicará en otras oficinas no afectadas y compartiendo despacho lo mínimo posible con el personal de otras funciones, exceptuando el subdelegado, el secretario general y el despacho de violencia de género, que no compartirán despacho.