Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron en 2023 un total de 2.268 infracciones penales e incidentes de odio en España, lo que representa una subida del 21,3% respecto al año anterior. En la provincia de Ciudad Real descendieron ligeramente los casos y, en cambio, aumentaron las detenciones por estos hechos, especialmente por motivo de discriminación a personas con discapacidad.
El 'Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España en 2023', del Ministerio del Interior, recoge 16 delitos de odio reportados en la provincia de Ciudad Real en 2023, cuatro menos que el año anterior, cuando se registró la cifra más alta de toda la serie, con un total de 20. Cinco fueron por discriminación a personas con discapacidad y otros cinco, por motivos ideológicos. El documento contabiliza tres casos por racismo, dos por orientación sexual o de género y uno por creencias o prácticas religiosas. La tasa de delitos por odio por cada 100.000 habitantes de Ciudad Real se sitúa por debajo de la media nacional (4,72). Guipúzcoa y Navarra se encuentran a la cabeza, con más de 14 casos reportados.
«Existe preocupación ante el incremento de más de un 21% de los delitos de odio reportados en todo el país», afirma Rubén Romero, coordinador del departamento de Incidencia Política y Alianzas de Convive Fundación Cepaim, que explica que aunque cada vez salen más casos a la luz, gracias a los diferentes programas que gestionan en colaboración con Igualdad, «aún seguimos con una cifra muy elevada, en torno al 80%, de infradenuncias», es decir, se denuncian menos casos discriminatorios de los que realmente suceden. En otras ocasiones, añade, «no cumplen con la categorización del Código Penal para considerarlos delitos de odio».
En una denuncia pueden darse varios hechos conjuntamente, e incluso pueden existir varias víctimas o perjudicados, siendo las victimizaciones el término que engloba a los diferentes hechos que afectan a una determinada víctima. En este sentido, el informe elaborado por el departamento que dirige el ministro Grande-Marlaska contabiliza 11 victimizaciones en Ciudad Real, seis menos que en 2022. Romero alude aquí al «triángulo de la polarización» o cómo las narrativas de los medios de comunicación sobre inmigración, diversidad o interculturalidad tienen un impacto en las políticas que se llevan a cabo. Y esto, a su vez, cala en una sociedad cada vez más polarizada, que «pone el foco de la culpabilidad de situaciones que podemos vivir en la población más vulnerable». El pasado año se produjeron 10 detenciones o investigaciones relacionadas con delitos de odio en la provincia, la cifra más alta de la serie histórica, que recoge un total de 33 desde 2018. La mayoría, siete, por motivo de discriminación a personas con discapacidad. El resto, por racismo (dos) y motivos ideológicos (una).
perfil. El perfil mayoritario de las víctimas en España es el de un hombre de entre 26 y 40 años y nacionalidad española que produce lesiones y profiere amenazas por motivos racistas. Entre la población extranjera, el 8,34% de los casos tienen como víctimas a ciudadanos marroquíes. El perfil de los autores es el mismo, con un preocupante incremento de los delitos entre los menores de edad, casi un 20% del total. «El informe plasma muy bien la realidad social en la que nos movemos en los últimos años. Los datos que recoge nos deben hacer reflexionar sobre cómo estamos trabajando las políticas juveniles y de inclusión con estos perfiles más jóvenes», sentencia el representante de Convive Fundación Cepaim.