La humedad provocada por las precipitaciones de invierno y primavera y las temperaturas frescas de abril y mayo han dado un vuelco a las previsiones iniciales de producción de cereal en la región, que superará los niveles de rendimiento de 2022, dejando atrás una campaña aciaga, marcada por la sequía. El portavoz de la sectorial del Cereal de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, José María Ciudad, estima que la cosecha, incluido el maíz, puede alcanzar los 3,79 millones de toneladas, cuando ni siquiera llegó al millón en 2023.
Ciudad resalta que el incremento de la producción del cereal podía haber sido incluso mayor con unas condiciones climatológicas homogéneas en toda la región. Augura, en este sentido, un buen rendimiento por hectárea en los cultivos de Ciudad Real y Toledo, mientras que la provincia Albacete, castigada un año por la sequía, volverá a tener una cosecha muy corta.
El tiempo, insiste el portavoz de Cooperativas, ha sido clave en el cambio de rumbo de las previsiones iniciales pesimistas. Ciudad explica que las lluvias caídas entre diciembre y marzo han sido suficientes para mantener una buena humedad en la tierra durante los dos últimos meses del ciclo, abril y mayo. Y a la humedad se la han unido unas temperaturas frescas, no excesivamente altas como en los últimos años, para que «el grano madure de forma adecuada en las espigas». En este contexto, la sectorial del Cereal estima que la producción será un 6% superior a la de 2022, «que ya fue una buena cosecha», mientras que la comparativa con la campaña anterior es anecdótica, puesto que «fue la más baja que se recuerda».
Cultivos. Así las cosas, Cooperativas prevé un rendimiento de 3,5 toneladas por hectárea para la cebada; 3,3 para el trigo blando; 2,5 para el triticale; 1,2 para la avena y el centeno; y 12 por hectárea para el maíz. En clave provincial, Ciudad Real destaca en la producción de avena, con 70.000 de las 184.000 hectáreas de superficie que hay en la región, el 38% del total, aunque el cereal más sembrado es la cebada, con 137.000 hectáreas. La provincia, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cuenta con 45.000 hectáreas de trigo blando, 1.186 de centeno y apenas 400 de trigo duro.
A nivel nacional, el rendimiento medio de cereales es de cuatro toneladas por hectárea, un 20% superior a la media de los últimos cinco años, sin contar con 2023, que fue una cosecha muy corta, al igual que en Castilla-La Mancha. La producción esperada, con el análisis de los rendimientos realizados por Cooperativas Agro-alimentarias de España, superará los 22 millones de toneladas en 5,6 millones de hectáreas, según los datos del Ministerio y de la PAC.
En lo que a los precios se refiere, la sectorial del Cereal de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, reunida este jueves en el estand de la Cooperativa Jesús del Perdón-Bodegas Yuntero, en Feria Nacional del Campo de Manzanares, habló de «incertidumbre». Ciudad aludió, por un lado, a la gran cantidad de grano que no se puede almacenar y a la presión, por tanto, en el mercado nacional; y por otro, a la situación geopolítica internacional, con la guerra en Ucrania, 'el granero de Europa', como triste protagonista. Pese a todo, se mostró optimista, puesto que «la producción es de una gran calidad y la campaña acaba de empezar».