Santi Urdiales, entrenador del Caserío, se mostró muy orgulloso por la victoria de su equipo en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey ante el Atlético Valladolid (43-41) tras una agónica prórroga. Es el segundo equipo de Liga Asobal que cae en este torneo en el Quijote Arena, pues ya eliminó en la ronda anterior al Cantabria Sinfín, si bien, el santanderino recordó que toda la atención debe estar centrada ya en el choque liguero de este domingo en la pista del Zamora.
Con el pase a la tercera ronda en Copa del Rey, su rival en una eliminatoria a partido único, de nuevo en el Quijote Arena el 10 de abril, saldrá de uno de los que se clasificaron entre los puestos tercero al octavo de Liga Asobal la pasada campaña, es decir, Granollers, Bidasoa, Logroño, Torrelavega, Ademar León y Puente Genil, según la normativa de la Federación Española de Balonmano.
Sobre el encuentro ante el Atlético Valladolid, Urdiales dividió el encuentro en dos mitades. "En la primera no entramos bien al encuentro. Íbamos a un marcador altísimo y nos superaron muy fácil. Nos mantuvo que en ataque fuimos capaces de encontrar vías. Llegamos al descanso uno abajo, pero las sensaciones no eran buenas. Ya en el segundo periodo entendimos mucho mejor el encuentro, disfrutamos de una buena renta, pero ellos son un equipo de Liga Asobal, nos apretaron, y llegamos a la prórroga. En el tiempo extra es ya una moneda al aire y fuimos capaces de sobreponernos a ese palo que nos impidió haber ganado antes".
Así, con la victoria en Copa del Rey, Urdiales no ocultó estar "preocupado. Fue un partido muy intenso, con 10 minutos extra y cuando nos vimos con opciones alargamos rotaciones. A ver cómo asimilamos este esfuerzo para ir a Zamora como hicimos en la segunda parte, es decir, a vida o muerte".
El santanderino consideró un gran premio disputar esta tercera eliminatoria de la Copa del Rey, pero exigió tener los cinco sentidos "en la Liga, pues estamos muy cerca de clasificarnos para la fase de ascenso. Tenemos un calendario durísimo y lo más importante ahora es lograr los dos puntos de Zamora".
Sobre el gran ambiente vivido en el Quijote Arena, agradeció el apoyo de los aficionados, que por otro lado considera "justo porque los chicos están ganándose a pulso que la gente venga a vernos. Hay muchos aficionados que están con nosotros desde el inicio y otros que se están animando ahora. Ojalá logremos que se reviva ese espíritu que siempre hubo en Ciudad Real en torno al balonmano. Es verdad que los resultados ayudan, pero creo que es el espíritu de lucha y cómo trabaja este equipo lo que está haciendo que la gente se enganche".